Page 71 - Alicia en el país de las maravillas
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-lDe  qué se alimentaban? -preguntó Alicia, que siem­
 Una brillante idea iluminó el cerebro de la muchacha.   pre se mostraba muy interesada con todo lo que se relaciona­
 -lEsa es la razón, entonces, de que siempre la mesa esté  ra con comida o con bebida.
 puesta para tomar té? -preguntó.   -Del contenido del pozo  ...
 -Sí, ése es el motivo -repuso con un suspiro el sombre­  -Imposible, porque entonces se habrían enfermado -
 rero  -. Siempre es hora del té para nosotros y no tenemos   observó muy suavemente Alicia.
 tiempo ni siquiera de lavar la loza  ...   -Así estaban -repuso el lirón-. Muy enfermas  ...
 -lQuiere decir entonces que ustedes siempre se mue­  Alicia estuvo durante un rato cavilando respecto a cómo
 ven en torno a la mesa?   podría ser esa forma tan extraña de vivir, pero se sintió tan
 -Exactamente, nos vamos cambiando de sitio a medida  desconcertada que siguió preguntando:
 que las cosas se van ensuciando.   -lPero por qué vivían e11 el fondo de un pozo?
 -lPero  cuando  llegan  de  nuevo al  principio?  -se  -Toma un poco más de té -le propuso gentilmente la
 arriesgó a preguntar Alicia.   liebre de marzo.
 -lQué les parecería si cambiáramos de conversación?  -No he tomado todavía una gota, así es que no sé cómo
 -dijo la liebre, bostezando-. Empiezo a cansarme de esto.  podría "tomar más" -repuso con tono ofendido la mucha­
 Propongo que esta jovencita nos cuente una historia.  cha.
 -Temo no saber ninguna -respondió Alicia, algo alar­  -Debieras decir que no sabes cómo podrías "tomar me­
 mada de la proposición.   nos" -corrigió el sombrerero-. Es más fácil tomar "más"
 -iEntonces lo hará el lirón! -gritaron todos-. iDes­  que "nada"  ...
 piértate, lirón!   -Nadie le está pidiendo su opinión -declaró Alicia.
 Con estas palabras, pellizcaron al pobre animal por todos   -lQuién está haciendo observaciones personales aho-
 lados.   ra? -preguntó  triunfante el sombrerero.
 El lirón abrió lentamente los ojos.   AUcia no supo qué responder a eso, así es que prefirió
 -No estaba dormido -dijo con voz ronca y débil-. He  servirse un poco de té con pan y mantequilla. Luego, vol­
 oído todo lo que ustedes estaban diciendo.   viéndose al lirón, repitió la pregunta:
 -iCuéntanos una historia! -pidió la liebre de marzo.  -Cómo podían vivir en el fondo de un pozo?
 -i  Sí, hágalo, por favor!  -insistió Alicia.  -Chito, chito  ... -susurraron al mismo tiempo la liebre
 -Y apresúrate, antes de que te duermas de nuevo  y el sombrerero, con el objeto de hacer callar a Alicia.
 agregó el sombrerero.   -Si no eres capaz de portarte como persona educada, es
 -Había una vez tres hermanitas -empezó diciendo con  mejor que termines tú misma la historia.
 gran prisa el lirón-. Se llamaban Eisa, Lucía y Tila. Vivían   -No, siga usted, por favor -suplicó muy humildemcn-
 en el fondo de un pozo  ...

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