Page 53 - El vampiro vegetariano
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pasar de uno a otro, y Lucía era muy ágil. En Camila corrió a abrazar a la niña. Entonces
cuestión de segundos saltó al balcón de Camila y Lucía se dio cuenta de que la joven llevaba en la
entró en svi habitación, pues la puerta acris- mano una larga boquilla de plata. No parecía lo
talada estaba abierta de par en par. más adecuado para defenderse, pero,
Había luna llena, y además la lámpara de la probablemente, atacada por sorpresa mientras
mesita de noche estaba encendida, por lo que k estaba en la cama, había cogido instintivamente lo
niña vio la escena con toda claridad. Camila, con primero que había podido. O tal vez la plata
un largo y vaporoso camisón blanco, hacía frente también mantuviera a raya a los vampiros, como
al señor Lucarda, que parecía a punto de creía Tomás.
abalanzarse sobre ella. !• —Pobrecita, qué susto te habrás llevado -dijo la
joven acariciando la cabeza de Lucía. I —Más
Entonces, por fin, Lucía logró lanzar un grito
ahogado, y los dos se volvieron a mirarla. Eí susto te habrás llevado tú -dijo la niña-. Pero
hombre tenía los ojos enrojecidos y los labios ¿cómo has podido dejarlo tieso de un golpe?
—Una chica sola tiene que aprender a de-
manchados de sangre.
—¿Qué haces aquí, niña? -preguntó Lucarda fenderse -contestó Camila con una de sus
con una mezcla de ira y asombro en la mirada-. encantadoras sonrisas-, y yo sé un poco de kárate.
¿Por dónde...? —¿Y cuando vuelva en sí...?
—Yo me ocuparé de él. Ahora tienes que
Pero no llegó a terminar la frase. Aprove-
chando que le estaba dando la espalda, Camila, regresar a tu casa.
con una rapidez y una decisión admirables, dio —¿No deberíamos llamar a la policía?
líh paso hacia él y le descargó un fuerte golpe en —La policía no sabría qué hacer en un caso
la nuca con el canto de la mano. Lucarda se como este -replicó la joven-. Yo sí. Anda, vuelve a
desplomó como un fardo y quedó tumbado en el casa y no tengas miedo. Yo me ocuparé de todo.
suelo cuan largo era, sin sentido.
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