Page 51 - El vampiro vegetariano
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—Muy graciosa... Sería vampiro y hombre lobo
 a  la  vez.  Las  noches  de  luna  llena,  primero
 chuparía  la  sangre,  y  luego  se  comería  a  sus

 víctimas.
 —Los hombres  lobo  no  se  comen  a  la  gente  -
 replicó Lucía-, solo muerden.

 —Menos  mal.  No  me  extrañaría  que  el  señor
 Lucarda  fuera  las  dos  cosas.  Y  no  me  gustaría
     LUCÍA   no  era  muy  miedosa,  pero  aquella  noche
 terminar en su tripa.
     cerró  la  puerta  acristalada  de  su balcón antes      de

     acostarse. No creía que el señor Lucarda fuera          un
     vampiro  (en realidad,  ni  siquiera  creía  en          la

     existencia de los vampiros); pero podía ser un lo        co
     peligroso,  y no  era  difícil  trepar desde  la  pla   nta

     baja hasta el balcón.

        Estaba  a  punto de  dormirse  cuando le  pareció
    oír   un    gemido  ahogado  procedente  de              la

    habitación de Camila. Se levantó corriendo y pegó
    la oreja a la pared que separaba su dormitorio del

    de  su  vecina.  Y  entonces  oyó  un ruido  sordo  e
    inquietante, como de lucha.
        Sin pensárselo  dos  veces,  salió  al  balcón,  dis-

     puesta a gritar, pero no pudo, como cuando en l          as
     pesadillas quería llamar a su madre y no le salía        la

     voz.
 í       Los balcones estaban casi pegados. Era fácil



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