Page 98 - Autobiografia de mi Madre v.2
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fa persona lJUe debfa seguir viva. Su padre nunca le sido arrancado de un cuadro, .. de una pintura� no de
habfa prestado atención en realidad; su forma de verla una fotogrnffo., tan briUanre ) tan natural, y 5jn_ embargo
después de la mucrre de su hijo no era muy distinta de tan mue:to. �ada en el mundo me habría podido di
cómo la ,·cía antes de que el chico muriera, Ahora su suadir de leerla. Decía " C her i\fonsicur et ChCre
madre la recibía siempre con su silencio. Su padre sí Madame", )' todo el resto estaba escrito en inglés. Mi
guió sin dirigirle n u nca la palabra. hermana tuvo una disputa consigo misma, pues su
Se convirtió en mi hermana cuando, poco después madre no le hablaba y su padre nunca le había habla
de que la expulsaran de la escuela, se quedó embaraza do. Lo negó todo. lnventó una historia que me permitió
da y la ayudé a librarse de aquel problema. No fue por primera vez hacerme una idea de 1o que era la
difícil; recordaba todos los detalles por experiencia vida durante la niñez y de lo que un niño de verdad
propia. No quería que nada concerniente a ese tema se podía hacer y decir, Un niño mira hacia d horizonte v
supicrn, así <¡ue la oculté en la pequeña habitación de cree que el mundo es plano y que al llegar al borde dcl
trás de la cocina que volvía a ser mi habitáculo. También mismo uno cae en la nada, Una convicción con10 esa
segufa cocinando yo misma 1ni comida. Le hice infu� es una convkción infandL No existe ninguna explica
siones de hierbas muy fuertes. Cuando vi que el niño dón científica que haga de esa convicción algo ridículo;
que llevaba en sus entrañas seguía negándose a salir, es la falta de certeza, la falta de complejidad Jo que la
introduje la mano en su útero y lo extraje por la fuerza. hace parecer ridícula. Ella creía con todas sus fuerzas
Sangró durante varios días. Su cuerpo se contraía y se que sus explicaciones reflejaban la verdad más trans
doblaba de dolor. No murió. Me había convertido en parente: había saltado el muro del convento para dar
una verdadera experta en gobernar mi propia vida, un paseo porque aguella atmósfora cerrada le hacía sentir
por lo menos en ese aspecto concreto, tanto que podía nostalgia de su hogar y porque echaba de menos los
extender ese poder a cualquier otra mujer que me l o -espacios abiertos de su c¡ueddo 11ah-aut; cada vez que
pidiera, Pero mi hermana no me lo pidió. Yo nunca escapaba saltando los muros del convento en mírnd
me convertí en su hermana, nunca me permitió entrar de la noche� por una extraña coincidencia, se encontr-a�
en su intimidad, nunca me dio las gradas; de hecho; la ba con el mismo hombre, un ral Claude Pacquet, un
impenetrable reserva en la que ella vefa que mantenía hombre joven que aspiraba a convertirse algún día en
mi propia vida sólo contribuyó a aumentar el recelo y alguacil. Una explicación tan absurda e.orno -aquella re
la falta de entendimiento. suJraba cómica sólo si vivfas en un mundo cómodo y
La expulsaron de la etcuefa por mantener una rela de amplias miras en d que la posidón de tu famfüa no
ción clandestina con un hombre; así la describía podía ser cuestionada, en e1 <..1 ue tu propia posición no
literalmente la directora en una carta dirigida a nuestro podía ser cuestionada, Su madre no se rió, Su padre
padre: "Eli1.abcth ha estado manteniendo una relación no se rió. Y o no me reí,
clandestina con un joven policía de St. Joseph". Esa Cuando estuvo wtalmente recuperada del trance
carta estaba sobre la mesa en aquella habitación de la de expulsar de su cuerpo el hijo que no quería, lo pri
casa de mi padre en la que todo tenía aspecto de haber mero que hizo fue escupir al suelo deJante de mí, no
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