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puesto a escuchar a los «culpables», pero no hablé y, de sigue sin entender lo que quiero decir con mis palab as.
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este modo, me convertí, a mi vez, en culpable. Y cuando, Intuitivamente, tiene usted razón, y eso es lo que un
por fin, establecieron el mecanismo para quemar los li porta. Faltan tres cosas.
bros, por medio de los bomberos, rezongué unas cuantas »Primera: ¿Sabe por qué libros como éste son tan im
veces y me sometí, porque ya no había otros que rezon portantes? Porque tienen calidad. Y, ¿qué signitica la pa
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garan o gritaran conmigo. Ahora, es demasiado tarde. labra calidad? Para mí significa textura. Este libro tiene
-Faber cerró la Biblia-. Bueno ... ¿ Y si me dijera para poros, tiene facciones. Este libro puede colocarse bajo el
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qué ha venido? microscopio. A través de la lente, encontraría vida, hue
-Nadie escucha ya. No puedo hablar a las paredes, llas del pasado en infinita profusión. Cuantos más poros,
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porque éstas están chillándome a mí. No puedo hablar más detalles de la vida verídicamente registrados puede
con mi esposa, porque ella escucha a las paredes. Sólo obtener de cada hoja de papel, cuanto más «literario» se
quiero alguien que oiga lo que tengo que decir. Y quizá, sea. En todo caso, ésa es mi definición. Detalle revelador.
si hablo lo suficiente, diga algo con sentido. Y quiero que Detalle reciente. Los buenos escultores tocan la vida a
me enseñe usted a comprender lo que leo. menudo. Los mediocres sólo pasan apresuradamente la
Faber examinó el delgado rostro de Montag. mano por encima de ella. Los malos la violan y la dejan
-¿Cómo ha recibido esta conmoción? ¿Qué le ha por inútil.
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arrancado la antorcha de las manos? »¿ Se da cuenta, ahora, de por qué los libros son 0�1a
-No lo sé. Tenemos todo lo necesario para ser feli dos y temidos? Muestran los poros del rostro de 1 vida.
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ces, pero no lo somos. Falta algo. Miré a mi alrededor. La gente comodona sólo desea caras de luna llena, sm po
Lo único que me constaba positivamente que había desa ros, sin pelo, inexpresivas. Vivimos en una época en que
parecido eran los libros que he ayudado a quemar en diez las flores tratan de vivir de flores, en lugar de crecer gra
o doce años. Así, pues, he pensado que los libros podrían cias a la lluvia y al negro estiércol. Incluso los fuegos arti
servir de ayuda. ficiales, pese a su belleza, proceden de la química de la
-Es usted un romántico sin esperanza -dijo Fa tierra. Y, sin embargo, pensamos que podemos crecer,
ber-. Resultaría divertido si no fuese tan grave. No es li alimentándonos con flores y fuegos artificiales, sin com
bros lo que usted necesita, sino algunas de las cosas que pletar el ciclo, de regreso a la realidad Conocerá usted la
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en un tiempo estuvieron en los libros. El mismo detalle leyenda de Hércules y de Anteo, el gigantesc luchador,
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infinito y las mismas enseñanzas podrían ser proyectados cuya fuerza era increíble en tanto estaba fmnernente
a través de radios y televisores, pero no lo son. No, no: plantado en tierra. Pero cuando Hércules lo sostuvo en el
no son libros lo que usted está buscando. Búsquelo aire, sucumbió fácilmente. Si en esta leyenda n hay algo
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donde pueda encontrarlo, en viejos discos, en viejas pelí que puede aplicarse a nosotros, hoy, en esta cmdad, en
culas y en viejos amigos; búsquelo en la Naturaleza y tonces es que estoy completamente loco. Bueno, ahí está
búsquelo por sí mismo. Los libros sólo eran un tipo de lo primero que he dicho que necesitábamos. Calidad,
receptáculo donde almacenábamos una serie de cosas que textura de infon .1,1cich.
temíamos olvidar. No hay nada mágico en ellos. La ma -¿ Y lo segundo?
gia sólo está en lo que dicen los libros, en cómo unían los -Ocio.
diversos aspectos del Universo hasta formar un conjunto -Oh, disponemos de muchas horas después del tra-
para nosotros. Desde luego, usted no puede saber esto, bajo.
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