Page 96 - Fahrenheit 451
P. 96

u
              -De horas  después del  trabajo,  sí,  pero,  ¿y tiempo        de  las  otras dos.  Y me cuesta creer que un viejo y  ?
            para pensar? Si no se conduce un  vehículo a ciento cin­         bombero arrepentido pueden hacer gran cosa en una si­
            cuenta kilómetros por  hora,  de modo que sólo puede             tuación tan avanzada ...
           pensarse en el peligro que se corre, se está interviniendo          -Puedo conseguir libros.
            en  algún juego o se está sentado en un salón,  donde es           -Corre usted un riesgo.
           imposible discutir  con  el  televisor de  cuatro  paredes.          -Eso  es lo bueno de estar  moribundo.  Cuando no
           ¿Por qué? El televisor es «real». Es inmediato, tiene di­         se tiene nada que perder, pueden correrse todos los ries­
           mensión. Te dice lo que debes pensar y te lo dice a gritos.       gos.
           Ha  de  tener razón. Parece  tenerla.  Te .hostiga tan apre­        -¡Acaba de decir usted una frase interesante! -dijo,
           miantemente para que aceptes tus propias conclusiones,            riendo, Faber-. Incluso sin haberla leído.
           que tu mente no tiene tiempo para protestar, para gritar:           -En los libros hay cosas así. Pero ésta se me ha ocu­
           «¡Qué tontería!»                                                  rrido a mí solo.
              -Sólo la «familia» es gente.                                     -Tanto mejor. No la ha inventado para mí o para na­
              -¿Qué dice?                                                    die, ni siquiera para sí mismo.
              -Mi esposa afirma que los libros no son «reales».                Montag se inclinó hacia delante.
              -Y gracias a Dios por ello. Uno puede cerrarlos, de-             -Esta  tarde,  se  me ha ocurrido  que si  resultaba  que
           cir:  «Aguarda un momento. »  Uno actúa como  un Dios.            los  libros  merecían  la pena,  podíamos  conseguir  una
           Pero, ¿quién se ha arrancado alguna vez de la garra que le        prensa e imprimir algunos ejemplares ...
           sujeta una vez se ha instalado en un salón con televisor?           -¿Podríamos?
           ¡Le da a uno la forma que desea! Es un medio ambiente               -Usted y yo.
           tan auténtico como el mundo. Se convierte y es la verdad.         "-¡Oh, no!
           Los libros pueden ser combatidos con motivo. Pero, con              Faber se irguió en su asiento.
           todos mis conocimientos y escepticismo, nunca he sido               -Déjeme que le explique mi plan ...
           capaz de discutir con una orquesta sinfónica de un cente­           -Si insiste en contármelo, deberé pedirle que se mar-
           nar de instrumentos, a todo color, en tres dimensiones, y        che.
           formando parte, al mismo tiempo, de esos increíbles sa­             -Pero, ¿ no está usted interesado?
           lones. Como ve, mi salón consiste únicamente en cuatro              -No, si empieza a hablar de algo que podría hacerme
           paredes de yeso. Y aquí tengo esto -mostró dos peque­            terminar entre las llamas. Sólo podría escucharle, si la es­
           ños tapones de goma-. Para mis orejas cuando viajo en            tructura de los bomberos pudiese arder, a su vez. Ahora
           el «Metro».                                                      bien, si sugiere usted que imprimamos algunos libros  Y
              -«Dentífrico  Denham»;  no  mancha,  ni  se  reseca           nos las  arreglemos para  esconderlos en los cuarteles de
           -dijo Montag, con los ojos cerrados-. ¿Adónde iremos             bomberos de todo el país, de modo que las sospechas ca­
           a parar? ¿ Podrían ayudarnos los libros?                         yesen sobre esos incendiarios, diría: ¡Bravo!
              -Sólo si la tercera condición necesaria pudiera sernos           -Dejar los libros, dar la alarma y ver cómo arden los
           concedida.  La  primera,  como  he  dicho,  es  calidad  de      cuarteles de bomberos. ¿Es eso lo que quiere decir?
           información.  La segunda, ocio para asimilarla.  Y la  ter­         Faber enarcó las cejas y miró a Montag como si estu­
           cera:  el derecho a emprender acciones basadas en lo que         viese viendo a otro hombre.
           aprendemos  por  la interacción o por la acción  conjunta           -Estaba bromeando.

                                                                                                                           95
              94
   91   92   93   94   95   96   97   98   99   100   101