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como otra persona. Teniendo en cuenta que el Sabueso le -¿ Ve eso? -susurró Granger-. Ha de tratarse de
está buscando, lo mejor es esto. usted. Al final de esa calle, está nuestra víctima. ¿ Ve
Montag bebió el amargo líquido. cómo se acerca nuestra cámara? Prepara la escena. In
-Apestará como una comadreja, pero no tiene im triga. Un plano largo. En este momento, un pobre diablo
portancia -dijo Granger. ha salido a pasear. Algo excepcional. Un tipo extraño.
-Conoce usted mi nombre -observó Montag. No se figure que la Policía no conoce las costumbres de
Granger señaló un televisor portátil que había junto al los pajarracos como ése, de hombres que salen a pasear
fuego. por las mañanas, sólo por el capricho de hacerlo, o por
-Hemos visto la persecución. Nos hemos figurado que sufren de insomnio. De cualquier modo, la Policía le
que huiría hacia el Sur, a lo largo del río. Cuando le he tiene fichado desde hace meses, años. Nunca se sabe
mos oído meterse en la selva como un alce borracho, no cuándo puede resultar útil esa información. Y, hoy, desde
nos hemos escondido como solemos hacer. Hemos su luego, ha de serles utilísima. Así pueden salvar las apa
puesto que estaría en el río cuando los helicópteros con riencias. ¡Oh, Dios, fíjese ahí!
las cámaras se han vuelto hacia la ciudad. Allí ocurre algo Los hombres que estaban junto a la hoguera se incli
gracioso. La cacería sigue en marcha, aunque en sentido naron.
opuesto. En la pantalla, un hombre dobló una esquina. De
-¿En sentido opuesto? pronto, el Sabueso Mecánico entró en el campo visual. El
-Echemos una ojeada. helicóptero lanzó una docena de brillantes haces lumino
Granger puso el televisor en marcha. La imagen era sos que construyeron como una jaula alrededor del hom
como una pesadilla, condensada, pasando con facilidad bre.
de mano en mano, toda en colores revueltos y movedi Una voz gritó:
zos. U na voz gritó: -¡Ahí está Montag! ¡La persecución ha terminado!
-¡La persecución continúa en el Norte de la ciudad! El inocente permaneció atónito; un cigarrillo ardía en
¡Los helicópteros de la Policía convergen en la Avenida una de sus manos. Se quedó mirando al Sabueso sin saber
87 y en Elm Grove Park! qué era aquello. Probablemente, nunca llegó a saberlo.
Granger asintió. Levantó la mirada hacia el cielo y hacia el sonido de las
-Están inventándoselo. Usted les ha despistado en el sirenas. Las cámaras se precipitaron hacia el suelo. El Sa
río y ellos no pueden admitirlo. Saben que sólo pueden bueso saltó en el aire con un ritmo y una precisión que
retener al auditorio un tiempo determinado. El espec resultaban increíblemente bellos .. Su aguja asomó. Perma
táculo tendrá muy pronto un final brusco. Si empezasen neció inmóvil un momento, como para dar al inmenso
a buscar por todo el maldito río, quizá necesitasen la no público tiempo para apreciarlo todo: la mirada de terror
che entera. Así, pues, buscan alguna cabeza de turco para en el rostro de la víctima, la calle vacía, el animal de
terminar con la exhibición. Fíjese. Pescarán a Montag du acero, semejante a un proyectil, alcanzando el blanco.
rante los próximos cinco minutos. -¡Montag, no te muevas! -gritó una voz desde el
-Pero cómo ... cielo.
-Fíjese. La cámara cayó s�bre la víctima, como había hecho el
La cámara, sujeta a la panza de un helicóptero, des Sabueso. Ambos le alcanzaron simultáneamente. El hom
cendió ahora hacia una calle vacía. bre fue inmovilizado por el Sabueso y la cámara. ChillA.
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