Page 124 - Historias de Cronopios y Famas
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Pañuelos                                                          Comercio















            Un fama es muy rico y tiene sirvienta. Este fama                    Los famas habían puesto una fábrica de mangueras,
        usa un pañuelo y lo tira al cesto de los papeles. Usa otro,        y emplearon a numerosos cronopios para el enrollado y
        y lo tira al cesto. Va tirando al cesto todos los pañuelos         depósito. Apenas los cronopios estuvieron en el lugar del
        usados. Cuando se le acaban, compra otrá caja.                     hecho, una grandísima alegría. Había mangueras verdes,
            La sirvienta recoge los pañuelos y los guarda para             rojas, azules, amarillas y violetas. Eran transparentes y al
        ella.  Como está  muy sorprendida por la conducta del              ensayarlas se veía correr el agua con todas sus burbujas y
       fama, un día no puede contenerse y le pregunta si ver­              a veces un sorprendido insecto. Los cronopios empeza­
       daderamente los pañuelos son para tirar.                            ron a lanzar grandes gritos, y querían bailar tregua y bai­
            -Gran idiota -dice el fama-, no había que pre­                 lar catala en vez de trabajar. Los famas se enfurecieron y
       guntar. Desde ahora lavarás mis pañuelos y yo ahorraré              aplicaron en seguida los artículos 21, 22 y 23 del regla­
       dinero.                                                             mento  interno.  A  fin  de  evitar  la  repetición  de  tales

                                                                           hechos.
                                                                               Como los famas son muy descuidados, los crono­
                                                                           pios esperaron circunstancias  favorables y cargaron muchí­
                                                                           simas  mangueras  en un  camión.  Cuando  encontraban
                                                                           una niña, cortaban un  i, � azo de manguera azul y se 1 �
                                                                           obsequiaban para que pudiese saltar a la manguera. As1,
                                                                           en todas las esquinas se vieron nacer bellísimas burbujas
                                                                           azules transparentes, con una niña adentro que parecía
                                                                           una ardilla en su jaula. Los padres de la niña aspiraban a
                                                                           quitarle la manguera para regar el jardín, pero se supo
                                                                           que los astutos cronopios las habían pinchado de modo

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