Page 120 - Historias de Cronopios y Famas
P. 120

invitados. Al otro día se levantan contentísimos, y así es                    Conservación de los recuerdos
       como viajan los cronopios.
            Las esperanzas, sedentarias, se dejan viajar por las
       � osas y los hombres, y son como las estatuas que hay que
       Ir a ver porque ellas no se molestan.








                                                                                Los famas para conservar sus recuerdos proceden a
                                                                           embalsamarlos en la si iente forma: Luego de fijado el
                                                                                                gu
                                                                           recuerdo  con  pelos  y  señales,  lo  envuelven  de  pies  a
                                                                           cabeza en una sábana negra y lo colocan parado contra
                                                                           la pared de la sala, con un cartelito que dice: «Excursión
                                                                           a Quilmes», o: «Frank Sinatra».
                                                                                Los cronopios, en cambio, esos seres desordenados
                                                                           y tibios,  dejan los recuerdos sueltos por la casa,  entre
                                                                           alegres gritos, y ellos andan por el medio y cuando pasa
                                                                           corriendo uno, lo acarician con suavidad y le dicen: «No
                                                                           vayas a lastimarte», y también: «Cuidado con los escalo­
                                                                           nes.» Es por eso que las casas de los famas son ordena­
                                                                           das y silenciosas, mientras en las de los cronopios hay
                                                                           gran bulla y puertas que golpean. Los vecinos se quejan
                                                                           siempre de los cronopios, y los famas mueven la cabeza
                                                                           comprensivamente y van a ver si las etiquetas están todas
                                                                                                  .
                                                                           en su sitio.











                              118                                                                   119
   115   116   117   118   119   120   121   122   123   124   125