Page 121 - Historias de Cronopios y Famas
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invitados. Al otro día se levantan contentísimos, y así es   Conservación de los recuerdos
 como viajan los cronopios.
 Las esperanzas, sedentarias, se dejan viajar por las
 � osas y los hombres, y son como las estatuas que hay que
 Ir a ver porque ellas no se molestan.








             Los famas para conservar sus recuerdos proceden a
         embalsamarlos en la si iente forma: Luego de fijado el
                              gu
         recuerdo  con  pelos  y  señales,  lo  envuelven  de  pies  a
         cabeza en una sábana negra y lo colocan parado contra
         la pared de la sala, con un cartelito que dice: «Excursión
         a Quilmes», o: «Frank Sinatra».
             Los cronopios, en cambio, esos seres desordenados
         y tibios,  dejan los recuerdos sueltos por la casa,  entre
         alegres gritos, y ellos andan por el medio y cuando pasa
         corriendo uno, lo acarician con suavidad y le dicen: «No
         vayas a lastimarte», y también: «Cuidado con los escalo­
         nes.» Es por eso que las casas de los famas son ordena­
         das y silenciosas, mientras en las de los cronopios hay
         gran bulla y puertas que golpean. Los vecinos se quejan
         siempre de los cronopios, y los famas mueven la cabeza
                                .
         comprensivamente y van a ver si las etiquetas están todas
         en su sitio.











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