Page 132 - De Victoria para Alejandro
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           poder y un prestigio muy importante.  Estudiaban durante varios    Además, los extranjeros no judíos -los gentiles- podían conse­
           ai'ios con maestros que les enseñaban la Ley y los criterios para   guir el dinero con medios no admitidos por la Ley judía.
           su  interpretación.  A los  cuarenta años se les ordenaba escribas
           por impos'ición de las manos. Desde ese momento tenían derecho   Hebreo,  arameo,  griego  y  latín:  Los  habitantes  de  Palestina,  en
           a usar el traje especial de los escribas, se les consideraba maestros   tiempo de los romanos, hablaban en arameo, quedando el hebreo
           y en la sinagoga les correspondía el puesto de honor. Su tarea era   para las oraciones y los textos oficiales. En todo el imperio roma­
           gratuita y debían tener otro oficio para vivir.                    no se hablaba como lengua común, comprendida por todos,  el
           Los escribas -tanto los judíos, encargados de los textos sagrados,   griego en su versión más corriente o común denominada «koiné».
           como los romanos o griegos, que copiaban los libros- tenían unas   Este era el idioma del comercio y en este idioma se escribieron
           normas  precisas  de  escritura.  Se  empleaban  letras  mayúsculas   los Evangelios. El latín se hablaba en Roma y entre los romanos,
                                                                              que  también  utilizaban  el  griego  «koiné»  cuando  querían  ser
           estilizadas que se escribían sin unir, aunque sin separar las pala­  comprendidos fácilmente por el pueblo.
           bras,  y  que  eran  diferentes  de la  letra  cursiva  que se utilizaba
           entre particulares. Cada página contaba con un número específi­  Hija de Israel: Israelita, perteneciente al pueblo judío.
           co de letras que facilitaba el pago al escriba cuando éste cobraba   Idus:  Los romanos dividían el año en doce meses, directos antece­
           su trabajo.                                                        dentes de los nuestros.  Los meses tenían tres fechas especiales:
         Esenios: Grupo de judíos fervientes y piadosos que se separaron de   las calendas, las nonas y los idus.  Los años contaban a partir de
           los sacerdotes de Jerusalén corrompidos por la política alrededor   un  acontecimiento,  casi  siempre político  (la  coronación  de  un
           de  150  años  antes  de  J. C.  Muy  estrictos  con  la ley  y  con  las   emperador, etc.). Sólo después de que el emperador se convirtiese
           normas  de pureza  ritual,  que cuidaban con numerosos baños y     al cristianismo se comenzó a contar los años a partir del nacimien­
           lavados, se consideraban hijos de la luz en lucha contra los peca­  to de Cristo.
           dores judíos y extranjeros, a los que llamaban hijos de las tinie­
           blas.  La mayoría eran monjes solteros que vivían en comunidad   Iglesia:  De  la  palabra  griega  «ekklesia»,  asamblea.  Los primeros
                                                                              cristianos  llamaron  iglesias  a  cada  grupo  de  cristianos  que  se
           de estudio y oración, aunque algunos grupos se casaban y vivían
           en  las ciudades.  Su  monasterio más conocido es el de Qumrán.    reunía para  rezar y  celebrar el domingo, habitualmente en  una
                                                                              casa.  Victoria saluda,  en sus cartas,  a los cristianos que reúnen
         Fariseos: Judíos fervientes y devotos que conocían perfectamente la   -la iglesia o la asamblea- en casa de Pompilio. Sólo más tarde
           Ley, tanto escrita como la tradición y la seguían al pie de la letra.   se entendió por iglesia al conjunto de comunidades de una ciu­
           Consideraban que sólo el seguimiento estricto de la Ley los hacía   dad, y sólo muchísimo más tarde se llamó iglesia al lugar en que
           justos y procuraban evitar el contacto con el pueblo bajo, que no   los cristianos se reunían.
           conocía o no podía evitar faltar a alguna de las muchas normas   Legado de Siria: Enviado del emperador para el gobierno de toda la
           de la Ley (más de 600).                                            provincia romana de Siria, de la que formaba parte Palestina. El
         Galileo:  Natura! de Galilea, provincia del Norte de  Palestina. Era   legado de Siria tenía autoridad sobre los procuradores y gober­
           una región  fronteriza,  rica y de tierras fértiles y con numerosa   nadores romanos de Jerusalén.
           población griega. Tenían un tipo físico ligeramente distinto y un   Marcos: San  Marcos,  sobrino de Bernabé y compañero suyo y de
           acento  al  hablar  que  los identificaba fácilmente.  En Galilea se   San Pablo en la evangelización. La tradición le hace discípulo de
           refugiaron en muchas ocasiones los emigrados de Judea -la pro­     Pedro,  y se le atribuye el segundo evangelio del  Nuevo Testa­
           vincia  del  Sur-,  bien  por  causas  económicas,  bien  por  causas
           políticas. En sus montañas encontraron refugio los rebeldes zelo­  mento.
           tes y fue cuna de sublevaciones contra los romanos. En tiempos   María,  la  de Betania:  Hermana de  Marta y  de  Lázaro,  amigos y
           de Jesús estaba bajo el gobierno de Herodes. En el tiempo de la    discípulos de Jesús. Vivían en Betania, aldea a 3 km. de Jerusalén.
           narración dependía del procurador romano de Jerusalén.           Muy judíos:  Muy  cumplidores  de la  religión  judía.  Los primeros
         Gentiles: Las «gentes», los que no tenían la religión judía. El oro de   cristianos,  especialmente  los de  Jerusalén,  no  se  separaron  de
           los gentiles se refiere a las monedas de los extranjeros, griegos o   forma tajante de la antigua  Ley.  En los  Hechos de los Apóstoles
           romanos,  que  tenían  grabadas  figuras  humanas  o  estatuas  de   se nos narran los conllictos de San Pedro y de San Pablo por este
           emperadores o dioses, que los judíos piadosos no debían poseer.    motivo, ya que, p0r ejemplo, no admitían la comida con cristianos
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