Page 141 - Cuentos de Amor locura y Muerte
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¿Es esto bastante idiota? Tomo, pues, una determina�
 ción que haré conocer al primero de  esa  bendita casa que   -¡Muy lindo!  -salté-.  ¡Amor propio!  ¡Y no se les
 llegue hasta mi puerta.   ocurre otra cosa!  ¡Les parece cuestión de amor. propio ir a
            sentarse como un idiota para que me tomen la mano la noche
 ¡Sí, es claro! Como lo esperaba.  Ayestarain estuvo este
 mediodía a verme. No  pude menos que preguntarle por la   entera ante toda la parentela con el ceño fruncido! Si a ustedes
 enferma, y su meningitis.   les parece una simple cuestión de amor propio, arréglense
 -¿Meningitis?-me dijo-. ¡Sabe Dios Jo que es! Al  entre ustedes. Yo tengo otras cosas que hacer.
 principio parecía eso, y anoche también  ... Hoy ya no tenemos   Ayestarain comprendió, al parecer, la parte de verdad
 idea de lo que será.   que había en lo anterior, porque no insistió y hasta que se fue
 -Pero,  en  fin  -objeté-,  siempre  una  enfermedad  no volvimos a hablar del asunto.
 cerebral...     Todo esto está bien. Lo que no lo está tanto es que hace
 -Y medular, claro está  ... Con unas lesioncillas quién  diez minutos acabo de  recibir una esquela del  médico así
 sabe dónde  ... ¿Usted entiende algo de medicina?   concebida:
 -Muy vagamente  ...  Amigo Durán:
 -Bueno, hay una fiebre remitepte, que no sabemos de  Con todo su bagaje de rencores, nos es usted indispen­
 dónde sale  ... Era un caso para marchar a todo escape a la   sable esta noche. Supóngase una vez más que usted hace de
 muerte  ... Ahora hay remisiones, tac-tac-tac, justas como   cloral, veronal, el hipnótico que  menos  le irrite los nervios, y
 un reloj  ..  .   véngase.
 -Pero el delirio -insistí-, ¿existe siempre?  Dije un momento antes que lo malo era la precedente
 -¡Ya lo creo! Hay de todo allí  ... Y a propósito, esta  carta. Y tengo razón, porque desde esta mañana no esperaba
 noche lo esperamos.   sino esa carta  ....
 Ahora me había llegado el turno de hacer medicina a mi   Durante siete noches consecutivas-de once a una de la
 modo. Le dije que mi propia sustancia había cumplido ya su   mañana,  momento  en que remitía  la  fiebre,  y con ello el
 papel curativo la noche anterior, y que no pensaba ir mss.   delirio- he permanecido al lado de María El  vira Funes, tan
 Ayestarain me miró fijamente:   cerca  como pueden estarlo dos amantes.  Me ha tendido a veces
 -¿Por qué? ¿Qué le pasa?  su mano como la primera noche, y otras se ha preocupado de
 -Nada, sino que no creo sinceramente ser necesario  deletrear mi nombre, mirándome. Sé a ciencia cierta, pues,
 allá  ... Dígame:  ¿usted tiene idea de lo que es estar en una   que  me  ama  profundamente  en  ese  estado,  no  ignorando
 posición humillantemente ridícula, sí o no?   tampoco que en sus momentos de lucidez no tiene la menor
 -No se trata de eso  ...  preocupación por mi existencia, presente o futura. Esto crea
 -Sí, se trata de eso, de desempeñar un papel estúpido  ...  así un caso de sicología singular de que un novelista podría
 ¡Curioso que no comprenda!   sacar algún partido. Por lo que a mí se refiere, sé decir que esta
 -Comprendo de sobra  ... Pero me  parece algo  así como  ...  doble vida sentimental me ha tocado fuertemente el corazón.
 no se ofenda, cuestión de amor propio.   El caso es éste: María Elvira, si es que acaso no lo he dicho,
             tien�  los ojos más admirables del mundo. Está bien que la

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