Page 298 - Narraciones extraordinarias
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echar una mirada alrededor-. ¿No lo has visto? Pues espera, pudiera hallar alivio aun en la exageración de la locura,
¡lo verás! tema que esta novela contaba. A juzgar por el interés y
Terminada la frase se abalanzó sobre las ventanas y concentración con que Roderick escuchaba el relato, pude
las abrió de par en par a la tormenta. Una ráfaga de viento compre'ruíer que mi idea había tenido éxito.
entró con tanta fuerza que estuvo· a punto de levantamos De pronto llegué a la parte del libro en que el joven
del suelo. Era una noche tempestuosa, pero bella, Ethelredo, el héroe del Trist, después de haber intentado
espantosamente bella, extraña en su terror y belleza. Un en vano introducirse a la morada del ermitaño, decide entrar
torbellino daba vueltas en nuestra vecindad, ya que el viento por la fuerza. Como recordarán, la narración dice lo
cambiaba de dirección constantemente; y las nubes negras siguiente:
se encontraban tan bajas que parecían posarse sobre las
torres de la casa, sin embargo, no nos impedían mirar el "Y Ethereldo, que era por naturaleza de valeroso
cielo, pero, de todas formas, no pudimos encontrar ni la corazón, y que ahora sentíase, además, fortalecido, gracias
luna, ni las estrellas, ni el origen de los relámpagos. al poder del vino que había bebido, no esperó más tiempo
Extrañamente, todos los objetos terrestres que nos para hablar con el ermitaño, quien, en realidad, era de
rodeaban, entre ellos la casa y la sepultura, resplandecían ánimo obstinado y maligno; pero, sintiendo la lluvia sobre
en una claridad sobrenatural y gaseosa. sus hombros y temiendo el estallido de la tempestad, alzó
-¡No debes mirar esto! -dije, estremecido, mientras su mazo y a golpes abrió un camino en las tablas de la
apartaba a Usher de la ventana-. Estas imágenes que te puerta a su mano con guante de hierro; y entonces, tirando
confunden no son más que producto de la tormenta u algún con fuerza hacia sí, hizo crujir, romper y saltar todo en
fenómeno producido por las emanaciones del estanque. pedazos, de tal modo que el ruido de la madera retumbó
Cerremos la ventana, el aire frío le hará mal a tu salud. por todo el bosque. "
Toma, siéntate, aquí tienes una de tus novelas favoritas. Te
leeré, y así pasaremos juntos esta noche terrible. Al terminar la frase me sobresalté y me detuve, pues
El volumen que había escogido era Mad Trist, de sir me pareció percibir que desde alguna parte remota de la
Launcelot Canning; lo había llamado el favorito de U sher mansión, llegaba a mis oídos una réplica del mismo sonido
más como una triste broma que por el real interés que de la puerta que había destrozado Ethelredo, pero supuse
pudiera provocarle al elevado espíritu de mi amigo. Pero que no era más que producto de mi alucinada imaginación,
era el único que tenía a mano, y, esperanzado, quise que y que el ruido provenía de la tormenta y del crujir de las
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