Page 297 - Narraciones extraordinarias
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atención fue el  inmenso parecido entre los hermanos,  y   ya  que  a  veces  sentía que  dentro  de  mí  avanzaban
 Usher, al suponer mis pensamientos, me explicó que eran   lentamente toda clase de supersticiones fantasmales.
 n:iellizos y  e ha ló de unas simpatías inexplicables qu �  Fue así como una noche, al octavo o séptimo día de la
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 siempre hab1an ex1st1do entre ellos. Sin embargo, nuestros   muerte de Lady Madeline, experimenté fuertemente todas
 ojos no se detuvieron por mucho rato sobre la muerta, pues   estas sensaciones. Durante horas no logré conciliar el sueño.
 no  podíamos  contemplarla sin horror.  El mal  de Lady   Traté  de  identificar  el  motivo  del  nerviosismo que  me
 Madeline  le  había dejado,  como  es  frecuente  en las   embargaba. Intenté convencerme de que lo que sentía no
 enfermedades de carácter epiléptico, un irónico rubor en   era más que producto de la influencia y compañía del dueño
 el pecho y mejillas, y esa sonrisa equívoca que es tan terrible   de casa, de los oscuros y tenebrosos tapices de la habitación,
 en la muerte. Colocamos otra vez la tapa, la atornillamos,   del viento que soplaba  avisando una tempestad y de los
 aseguramos la  puerta de  hierro  y volvimos a nuestros   lúgubres adornos.  Todo esto fue en vano.  Un repentino
 aposentos no menos lúgubres.   temblor invadió mi cuerpo y una horrenda pesadilla  se
 Luego de varios días, en que mi amigo vivió su pena,   apoderó de mi corazón. Respiré fuerte, hice un intento por
 se produjeron en él  algunos  cambios que llamaron mi   sacudirla,  me senté, y, mientras miraba fijamente en la
 atención.  Sus  maneras  corrientes  desaparecieron.   oscuridad,  creí  distinguir  unos  ruidos  apagados  y
 Descuidaba y olvidaba todas sus preocupaciones. Vagaba   indefinidos que llegaban a mí en las pausas de la tormenta.
 de habitación en habitación con paso precipitado y desigual.   Dominado por el terror, me vestí deprisa, pues sabía que
 Su piel se había vuelto más pálida y el brillo de sus ojos   no lograría dormir, e intenté salir de mi condición a través
 había desaparecido por completo.  Su tono de voz áspero   de una rápida caminata por la habitación.
 ya no se oía, ahora se percibía una vacilación temblorosa   En eso estaba, cuando sentí unos pasos en las escaleras
 antes de cada frase pronunciada. Por momentos, pensé que   y supe que era Usher. Un minuto después, llamaba con un
 algún secreto dominaba su mente enferma y que él buscaba   suave golpe a mi puerta y entraba con una lámpara.  Su
 el  momento preciso  para  divulgarlo.  Otras  veces,  en   semblante,  como  de  costumbre,  tenía  una palidez
 cambio, reducía todos aquellos síntomas a la locura, pues   cadavérica, pero ahora sus ojos revelaban una especie de
 se lo pasaba horas enteras mirando con la vista perdida en   hilaridad, una histeria evidentemente contenida. Aunque
 la  nada, con actitud de concentración, como si escuchara   su aspecto me aterró, preferí esa compañía a seguir en la
 algún sonido imaginario. No es extraño entonces que me   soledad espantosa en que me encontraba.
 asustara y que de alguna manera su locura me contagiara,   -¿No lo has visto?-preguntó violentamente, luego de

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