Page 252 - Narraciones extraordinarias
P. 252

ñas, yo siempre pensé que eran cuentos. ¿Moriría de ham­                 pasos eran casi un metro, calculé que la circunferencia de
          bre en aquella celda, o me esperaba una muerte más horro­                mi cárcel medía aproximadamente 46 metros. Sin embar­
          rosa? Que el resultado fuese la muerte, yo no dudaba de                  go, no podía definir su forma, ya que había tropezado va­
          eso pues conocía muy bien a mis jueces; el modo y la hora                rias veces con numerosos ángulos de la cueva,  pues no
          eran mis tormentos.                                                      había duda que aquello era una cueva.
              Por último, mis manos extendidas encontraron un obs­                     Aún cuando no ponía mucho interés en estas investi­
          táculo sólido. Era una pared de piedra, fría y húmeda. La                gaciones, seguramente por la falta de esperanza, mi curio­
          fui siguiendo de cerca para poder estimar las dimensiones                sidad me incitaba a continuarlas. Así fue que decidí reco­
          de mi calabozo; sin embargo, no lo logré porque la pared                 rrer la superficie de la cueva. Lentamente comencé a an­
          perfectamente igual no me ayudaba a distinguir el punto                  dar en línea recta unos diez o doce pasos, cuando el trozo
          de partida y podía dar la vuelta ignorando cuándo termina­               de tela se enredó en mis pies y caí de bruces.
          ba. Con la idea de marcar el inicio, busqué mi cuchillo,                     Perturbado por mi caída no noté una circunstancia del
          pero me habían cambiado de ropa y ya no permanecía en                    todo extraordinaria; segundos más tarde, aún en el suelo,
          mi bolsillo. Entonces desgarré un extremo de mi vestido y                la descubrí. Mi mentón estaba apoyado en el suelo del ca­
          lo dispuse estirado en el suelo, formando un ángulo recto                labozo, mis labios y el resto de mi cabeza, aunque pare­
          con el muro. La idea era recon-er a tientas el calabozo has­             cían estar ubicados más abajo que la barbilla, no tocaban
          ta encontrar nuevamente el trozo de tela; pero no había                  ninguna superficie. Al mismo tiempo, llegaba a mi frente
          considerado ni las reales dimensiones de la cárcel ni mi                 un vapor viscoso y a mi nariz un olor a hongos. Alargué
          cansancio. Así,  al poco avanzar tropecé y caí.  El agota­               mis brazos y descubrí que me encontraba en el extremo de
          miento me obligó a permanecer tumbado hasta que final­                   un pozo circular. Tomé una pequeña piedra y la an-ojé al
          mente me quedé dormido.                                                  abismo; después de unos segundos el rebote de esta hizo
              Cuando desperté, mi mano encontró a mi lad un tro­                   un sonido de ruidosos ecos. Sobre mi persona percibí tam­
                                                         f\
          zo de pan y un jan-o de agua. Tan cansado me encbntraba                  bién el sonido de una puerta apenas abierta,  y un débil
          que, sin pensar en la procedencia del alimento, comí y bebí              rayo de luz sulfurosa que atravesaba la oscuridad y se apa­
          ansiosamente. Al rato, continué mi paseo alrededor de la                 gaba casi al mismo tiempo.
          prisión hasta encontrar el trozo de tela. Antes de caer, ha­                 Ahora comprendía con claridad el destino que me es­
          bía contado cincuenta y dos pasos, y ahora, otros cuarenta               peraba y me alegré del accidente que me impidió caer al
          y ocho. En total hacían cien pasos, y suponiendo que dos                 abismo. Este incidente tenía el mismo carácter fantástico


                                    250                                                                      251
   247   248   249   250   251   252   253   254   255   256   257