Page 227 - Narraciones extraordinarias
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-No hay dolor ... me estoy muriendo -respondió con mos familiarizados con los horrores de la muerte, el as
rapidez pero casi sin volumen. pecto de Valdemar era tan espantoso, que todos nos apar
Consideré que no era conveniente molestarlo más por tamos de la cama.
ahora, y decidí dejarlo tranquilo hasta que el doctor F ... Sé que he llegado a un punto en el relato que los lecto
llegara en la madrugada. Quien, al llegar un poco antes de res dudaran de la veracidad de mi historia, sin embargo es
la salida del sol, se mostró sorprendido con el estado del mi deber seguir adelante.
paciente y me rogó que volviera a hablarle. Entonces dije: Ya se habían acabado todos los signos vitales en el
-Señor Valdemar, ¿sigue usted dormido? señor Valdemar, por lo que convencidos de que estaba
Igual que la experiencia anterior, demoró unos minu muerto lo dejamos a cargo de los criados, cuando observa
tos en dar respuesta, tiempo en que parecía reunir fuerza mos un fuerte movimiento vibratorio en su lengua, que
para hablar. A la cuarta repetición de la pregunta contestó, duró alrededor de un minuto. Una vez que esto hubo aca
cada vez más bajo: bado, salió de sus abiertas y rígidas mandíbulas una voz
-Sí, todavía duermo ... me estoy muriendo. que sería absurdo tratar de describir. Tal vez existen cier
Entonces los médicos pidieron que se lo dejase des tas características que me ayudarían a definirla. En primer
cansar en aquella posición que parecía tranquila hasta que lugar, aquel sonido era áspero y hueco, pero su conjunto
llegase su hora, la cual, según la opinión experta, no debe es indescriptible por la sencilla razón de que el oído hu
ría tardar más de algunos minutos. Sin embargo, quise ha mano jamás ha sido herido con un algo semejante. En se
blarle una vez más y repetí la pregunta, que contestó de gundo lugar, existían dos peculiaridades que podrían
igual forma. adjudicárseles a la entonación: la voz parecían venir desde
Mientras hablaba, se produjo un notable cambio en el muy lejos, como de una profunda caverna; y la sensación
aspecto del durmiente: los ojos giraron y se abrieron lenta que producía era como la que las sustancias gelatinosas o
mente, las pupilas desaparecieron hacia arrig,a-a piel tomó viscosas producen al tacto.
un color cadavérico, y las manchas circulares de la fiebre He hablado de sonido y voz, y debo agregar que, aun
hética que tenía en medio de la cara desaparecieron repen que sobrehumanos y espeluznantes, eran de sorprendente
tinamente, tanto que recordé una vela que se apaga de un claridad. El señor Valdemar habló entonces, habló en res
soplo. El labio superior se retorció sobre los dientes, y la puesta a la pregunta que yo le había hecho.
mandíbula inferior cayó de pronto dejando ver la lengua, -Sí, he estado durmiendo ... pero ahora ... , ahora ... es
hinchada y negra. Aún cuando todos los presentes estába- toy muerto.
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