Page 218 - Narraciones extraordinarias
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LA  E RDAD EN EL CASO
                                                                                                   V
                                                                                                 DEL SEÑOR VALDMER













                                                                                       El extraordinario caso del  señor  Valdemar  ha sido
                                                                                    motivo de gran asombro y discusión. Seria un milagro que
                                                                                    no hubiera sido así, sobre todo en tales especiales circuns­
                                                                                    tancias. El deseo de los interesados era mantener el caso
                                                                                   en secreto hasta tener la oportunidad de otras investiga­
                                                                                   ciones que hicieran del relato algo prolijo y documentado.
                                                                                    Pero nuestros esfuerzos en esto sólo han logrado dar paso
                                                                                   a  una explicación mutilada y exagerada que ha surgido
                                                                                   entre la gente, desacreditando la verdad del caso. Es por
                                                                                   esto que hoy se ha vuelto necesario exponer los hechos, tal
                                                                                   como yo los entiendo y ocun-ieron.
                                                                                       Desde hace tres años mi atención se ha visto atraída
                                                                                   por el tema del mesmerismo o hipnotismo animal, y hace
                                                                                   aproximadamente nueve meses, se me ocun-ió que en la
                                                                                   multitud de experimentos realizados por esta ciencia, se
                                                                                   había omitido uno:  practicar  el hipnotismo  in  articulo
                                                                                   mortis. Por lo tanto, faltaba averiguar si en semejante esta­
                                                                                   do el paciente es sensible al magnetismo, si este debilita o
                                                                                   acrecienta tal sensibilidad, y más aún, si la muerte puede


                                                                                                             217
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