Page 178 - Narraciones extraordinarias
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mbos ocultaron la resurrección y emprendieron viaje a
cia el año 1810, comprueba que muchas veces la verdad es
más extraña que la ficción. La protagonista de esta histo /\ mérica. Luego de veinte años regresaron a Francia, en
ria, Victoria Lafourcade, era una joven de gran belleza y donde fueron reconocidos por el banquero, quien exigió a
proveniente de una ilustre familia. Entre sus muchos pre stt esposa de vuelta. Ella se negó y el caso llegó a tribuna
tendientes, se encontraba el joven literato Julián Bossuet, ks; los jueces fallaron a favor de la dama pues dijeron que
pasados veinte años y en tan extrañas circunstancias
quien con su talento y amabilidad había enamorado a la
heredera. Mas ella, por orgullo y oposición familiar, deci Monsieur Renelle había perdido sus derechos de esposo.
dió rechazarlo y casarse con un banquero y diplomático La Revista de Cirugía de Leipzig, publicación de gran
llamado Monsieur Renelle. Sin embargo, al poco tiempo :1utoridad, relata en sus páginas un horroroso caso muy
del matrimonio, este olvidó a su mujer y llegó incluso a parecido al anterior. Un oficial de artillería, hombre ro
maltratarla. Luego de unos desdichados años, ella murió, busto y de gran estatura, cayó de un caballo hiriéndose
o al menos su estado se parecía tanto a la muerte que todos 1 uertemente en la cabeza, lo que le hizo perder de inme
los que la vieron así lo creyeron. Fue enterrada, pero no en diato el sentido. Como tenía fracturado el cráneo se le rea
una bóveda, sino que en una tumba común en el pueblo lizó con éxito una operación. Sin embargo, el enfermo
donde había nacido. Al enterarse Julián, lleno de desespe quedó con una ligera insensibilidad que aumentó paulati
ración emprende un viaje de la capital a la lejana aldea, namente, hasta que se lo creyó muerto.
Como hacía mucho calor, se lo enterró rápidamente
con el romántico propósito de desenterrarla y apoderarse en el cementerio un día jueves. El domingo siguiente, se
de las trenzas de la mujer que no había podido olvidar. A la
medianoche desenterró el ataúd, y al abrirlo se encontró gún la costumbre, se llenó de visitantes. Un hombre ase
con los ojos de su amada que lo miraban. La mujer había •uró haber sentido moverse la tierra cuando pasaba junto
a la tumba del oficial. La gente creyó que se trataba de una
sido enterrada viva y su amante llegó en el momento justo
en que ella volvía de su letargo. Exaltado, el joven la tomó alucinación, pero, debido a la insistencia y el terror del
en sus brazos y la llevó a su alojamiento; allí logró, gra hombre, se mandó desenterrar el ataúd que se encontraba
cias a algunos conocimientos médicos, volverla a la vida. vergonzosamente a una superficial profundidad. A los po
Una vez que ella despertó, reconoció a su salvador, con cos minutos de cavar, asomó la cabeza del militar que se
quien permaneció hasta recobrar totalmente la salud. Esta encontraba sentado en la tumba, rota por su furiosa lucha.
enorme lección de amor convenció al corazón de la mujer, Conducido al hospital más cercano, los médicos lo de
que decidió no volver con su marido y quedarse con Julián. clararon vivo aunque en estado de asfixia. Después de al-
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