Page 164 - Narraciones extraordinarias
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del enigma! Después de este descubrimiento, consideré con plena
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El "buen vidrio" no podía referirse más que a un ·onianza el enigma resuelto, pues la frase "principal
catalejo, pues los marineros de todo el mundo rara vez tronco, séptima rama, lado Este" no podía referirse más
emplean la palabra "vidrio" en otro sentido. Comprendí que a la posición de la calavera sobre el árbol, mientras lo
enseguida que debía utilizarse un catalejo desde un punto de "soltar desde el ojo izquierdo de la cabeza de muerto"
de vista determinado que no admitía variación. No dudé 110 admitía tampoco más que una interpretación con
un instante en pensar que las frases "cuarenta y un grados respecto a la busca de un tesoro enterrado. Comprendí que
y trece minutos" y "Nordeste cuarto de Norte" debían se Lrataba de dejar caer una bala desde el ojo izquierdo, y
indicar la dirección en que éste debía apuntarse. Sumamente que una línea recta (línea de abeja), partiendo del punto
excitado por aquellos d e s c u b rimientos, marché 1nús cercano al tronco por "la bala" (o por el punto donde
rápidamente a mi casa, cogí un catalejo y volví a la roca. rayese la bala), y extendiéndose desde allí a una distancia
Me dejé caer por la saliente y descubrí que era d, cincuenta pies, indicaría el sitio preciso, y debajo de
imposible permanecer sentado allí, salvo en una posición l'Stc sitio juzgué que era, por lo menos, posible que hubiese
muy particular. Este hecho confirmó mi preconcebida idea. llll valioso entierro.
Me dispuse a utilizar el catalejo. Naturalmente, los -Todo eso -dije-es harto claro, y asimismo ingenioso,
"cuarenta y un grados y trece minutos" podían aludir sólo ',rncillo y explícito. Y cuando abandonó usted el Hostal
a la elevación por encima del horizonte visible, puesto que, ,k·I Obispo, ¿qué hizo?
la dirección horizontal estaba indicada con claridad por -Pues, una vez en que hube anotado escrupulosamente
las palabras "Nordeste cuarto de Norte". Establecí esta l:1 orientación del árbol, me volví a casa. Sin embargo en
última dirección por medio de una brújula de bolsillo; I' 1 momento de abandonar "la silla del diablo", el orificio
luego, apuntando el catalejo con tanta exactitud como pude 1 1rcular desapareció, y de cualquier lado que mirase era
con un ángulo de cuarenta y un grados de elevación, lo 1111posible divisarlo. Lo que me parece el colmo del ingenio
moví con cuidado de arriba abajo, hasta que detuvo mi 1·11 este asunto es el hecho (pues, al repetir la experiencia,
atención una grieta circular u orificio en el follaje de un 111c he convencido de que es un hecho) de que la abertura
gran árbol que sobresalía de todos los demás. En el centro 1 11 ·u lar sólo resulta visible desde la estrecha cornisa sobre
de aquel orificio divisé un punto blanco; sin distinguir al l.1 superficie de la roca.
principio lo que era, hasta que, luego de graduar el foco, En esta expedición al Hostal del Obispo fui seguido
comprobé que era una calavera. ¡u1r Júpiter, quien observaba, sin duda, desde hacía unas
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