Page 142 - Narraciones extraordinarias
P. 142

-Es una cosa curiosa  ...  , hay un grueso clavo que la               punta al árbol que estaba más próximo a la estaca,  y la
          retiene clavada al árbol.                                                 desenrolló hasta una distancia de cincuenta pies; en ese
              -Ahora, Júpiter, escúchame bien y haz exactamente lo                  nuevo lugar, clavó una segunda estaca, y, tomándola como
          que voy a decirte: Busca el ojo izquierdo de la calavera.                 centro, dibujó otro círculo, de aproximadamente unos cua­
              -¡Hum! ¡Esto sí que es bueno!  Este cráneo no tiene                   tro pies de diámetro. Cogió entonces una de las azadas, y
          ojo izquierdo.                                                            dándonos las otras a nosotros, nos hizo cavar una fosa lo
              -¡Maldito estúpido!  ¿Sabes  distinguir  bien tu mano                 más deprisa posible.
          izquierda de tu mano derecha?                                                 En vista de lo avanzado de la noche y de lo fatigado
              -Sí, sí...; mi mano izquierda es con la que parto la leña.            que me encontraba, hubiera renunciado con agrado a aquel
              -¡Claro, si eres zurdo! Tu ojo izquierdo está del mis-                trabajo; sin embargo, temí perturbar la tranquilidad de mi
          mo lado que tu mano izquierda. Ahora supongo podrás                       amigo. Ya no tenía esperanzas de llevar a aquel lunático a
          encontrar el ojo izquierdo de la calavera.                                su casa; pues para mí solo era una tarea imposible, y Júpiter
              Luego de una larga pausa, en la cual Júpiter finalmen­                le  era  demasiado  fiel  como  para  ayudarme.  Sin  duda
          te encontró lo que su amo ordenaba, éste le pidió que pasa­               Legrand estaba contaminado por alguna de las infinitas
          ra el escarabajo amarrado a la cuerda por el orificio del                 supersticiones del Sur que hablan de tesoros escondidos,
          ojo.                                                                       más el hallazgo del escarabajo, era fácil para una mentali­
             -Ya está hecho  ... Mírelo cómo baja -sentenció el ne­                 dad predispuesta a la locura dejarse llevar por tales supers­
          gro.                                                                      ticiones. Recordé entonces el discurso que el pobre de­
             Y el escarabajo comenzó a descender, brillando inten­                   mente me hiciera referente al insecto:  "el indicio  de su
         samente el dorado de su caparazón, gracias a los últimos                    fortuna". Además, me sentía enojado y perplejo; pero, fi­
         rayos del sol poniente. Estaba pronto a caer a nuestros pies,               nalmente decidí  cavar con buena voluntad para terminar lo
         cuando Legrand cogió la guadaña y, tomando al insecto                      antes posible, y así demostrar, con una prueba ocular, la
         como centro, trazó un círculo de tres o cuatro yardas de                    falacia de las opiniones de mi camarada. Encendimos las
         diámetro. Luego, ordenó que Júpiter soltara la cuerda y                     1  internas y nos entregamos a nuestra  tarea con un celo dig­
         bajara del árbol.                                                           no de una causa más racional; y como la luz caía sobre
             Con gran cuidado clavó mi amigo una estaca en la tie­                   nosotros, no pude evitar pensar en el pintoresco grupo que
         rra justo en el lugar en que el insecto había caído, y luego                formábamos, y en que si algún intruso hubiese aparecido,
         sacó de su bolsillo una cinta para medir. La ató por una                    por casualidad, habría creído que realizábamos una labor

                                   140                                                                         141
   137   138   139   140   141   142   143   144   145   146   147