Page 103 - Narraciones extraordinarias
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dibujado. Ese mechón de pelo también es idéntico al del ani­  quien se sabe que es un marinero, perteneciente a un navío
 mal descrito por Cuvier. Pero aún no veo modo de compren­  maltés, podrá recuperar al animal, dando satisfactoria identi­
 der  las  circunstancias  en  que  se  produjo  este  espantoso   ficación de él, y pagando algunos pequeños gastos ocasiona­
 asunto. Además, se oyeron disputar dos voces, y una de ellas   dos por su captura y  manutención. Dirigirse al N ... , me  ....
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 era indiscutiblemente la de un francés.   Faubourg Saint-Germain. Tercero."
 -Es cierto, y usted recordará una expresión atribuida ca­
 si unánimemente, por los testigos, a esa voz. La expresión   -Yo no lo conozco -añadió Dupin-. No estoy seguro
 man Dieu la cual, en aquellos instantes, fue definida por el   de su existencia. Pero aquí tengo el pedacito de un lazo que,
 testigo Montani, como expresión de reconvención. En esa   por su forma y su aspecto grasiento, ha sido usado para anu­
 voz, yo he fundado mis esperanzas de una completa solución   dar los cabellos en forma de esas coletas a las que son tan afi­
 del enigma. Hay un francés conocedor del asesinato. Y es po­  cionados los marineros. Este lazo es uno de los que muy pocas
 sible, mucho más que probable, que él sea inocente de toda   personas saben anudar, y es una peculiaridad de los malteses.
 participación en los hechos sangrientos que han ocurrido. El   Recogí esta cinta al pie de la cadena del pararrayos, y no podía
 orangután puede habérsele escapado, y él ha seguido el ras­  pertenecer a ninguna de las dos víctimas. En todo caso, si me
 tro hasta aquella habitación. Pero en medio de las agitadas   he equivocado en mis deducciones, al pensar que el francés
 circunstancias que se produjeron, puede que no lo haya lo­  es un marino perteneciente a un navío maltés, no habré cau­
 grado recapturar. El animal anda todavía suelto.   sado ningún daño a nadie con este anuncio. Y si he acertado,
 -lCree eso? -indagué.  habremos ganado un punto muy importante. Aunque inocen­
 -En realidad no me propongo continuar con estas con-  te, en autos del crimen, ese hombre vacilará en responder o
 jeturas, porque las luces de reílexión en que se fundan, alcan­  no al anuncio, y entre si debe o no debe reclamar al orangután.
 zan apenas  la  suficiente profundidad  para  ser  apreciables   Razonará de este modo: "Soy inocente, soy pobre, y mi oran­
 para mi propia inteligencia, y no pretendo hacerlas inteligi­  gután vale mucho dinero; un verdadero caudal para alguien
 bles para la comprensión de otra persona. Si el francés en   que se halla en mi situación. lPor qué debo perderlo por va­
 cuestión es, como yo supongo, inocente de estas atrocidades,   nas aprensiones? Fue encontrado en el Bois de Boulogne, a
 este anuncio, que yo dejé en las oficinas de Le Monde, que   gran distancia de la casa de la me Morgue ... ¿y cómo podría
 como  usted  sabe  es  un  periódico  dedicado  a  los  asuntos   suponerse que un animal haya cometido semejante acción?
 marítimos, nos lo traerá a nuestro domicilio.   La policía está despistada; no ha podido ofrecer el menor in­
 Me presentó el periódico, y leí los siguiente:   dicio. Hasta en el caso de que sospechen del orangután, sería
          imposible demostrar que yo sé del crimen, ni enredarme en
 "CAPTURA: En el Bois de Boulogne se ha encontrado un   culpabilidad alguna. Y además, me conocen. Quién publicó el
 enorme orangután de la especie de Borneo. Su propietario,   aviso me señala como poseedor  del animal.  Ignoro hasta

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