Page 40 - Hamlet
P. 40
GERTRUDIS.- Él ha hablado mucho de vosotros, mis buenos señores, y estoy segura de
que no se hallaran otros dos sujetos a quienes él profese mayor cariño. Si tanta fuese
vuestra bondad que gustéis de pasar con nosotros algún tiempo, para contribuir al logro de
mi esperanza; vuestra asistencia será remunerada, como corresponde al agradecimiento de
un Rey.
RICARDO.- Vuestras Majestades tienen soberana autoridad en nosotros, y en vez de
rogar deben mandarnos.
GUILLERMO.- Uno y otro obedeceremos, y postramos a vuestros pies con el más puro
afecto el celo de serviros que nos anima.
CLAUDIO.- Muchas gracias, cortés Guillermo. Gracias, Ricardo.
GERTRUDIS.- Os quedo muy agradecida, señores, y os pido que veáis cuanto antes a
mi doliente hijo. Conduzca alguno de vosotros a estos caballeros, a donde Hamlet se halle.
GUILLERMO.- Haga el Cielo que nuestra compañía y nuestros conatos puedan serle
agradables y útiles.
GERTRUDIS.- Sí, amén.
Escena IV
CLAUDIO, GERTRUDIS, POLONIO, acompañamiento.
POLONIO.- Señor, los Embajadores enviados a Noruega han vuelto ya en extremo
contentos.
CLAUDIO.- Siempre has sido tú padre de buenas nuevas.
POLONIO.- ¡Oh! Sí ¿No es verdad? Y os puedo asegurar, venerado señor, que mis
acciones y mi corazón no tienen otro objeto que el servicio de Dios, y el de mi Rey; y si
este talento mío no ha perdido enteramente aquel seguro olfato con que supo siempre
rastrear asuntos políticos, pienso haber descubierto ya la verdadera causa de la locura del
Príncipe.