Page 300 - Hamlet
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ser preparativos contra el polaco; pero mejor informado después, halló ser cierto que se
dirigían en ofensa vuestra. Indignado de que abusaran así de la impotencia a que le han
reducido su edad y sus males, envió estrechas órdenes a Fortimbrás, que sometiéndose
prontamente a las reprehensiones del tío, le ha jurado por último que nunca más tomará las
armas contra Vuestra Majestad. Satisfecho de este procedimiento el anciano Rey, le señala
sesenta mil escudos anuales, y le permite emplear contra Polonia las tropas que había
levantado. A este fin os ruega concedáis paso libre por vuestros estados al ejército
prevenido para tal empresa, bajo las condiciones de recíproca seguridad expresadas aquí.
CLAUDIO.- Está bien, leeré en tiempo más oportuno sus proposiciones y reflexionaré
lo que debo en este caso responderle. Entretanto os doy gracias por el feliz desempeño de
vuestro encargo. Descansad. A la noche seréis conmigo en el festín. Tendré gusto de veros.
Escena VI
CLAUDIO, GERTRUDIS y POLONIO
POLONIO.- Este asunto se ha concluido muy bien. Mi Soberano y vos, señora, explicar
lo que es la dignidad de un Monarca, las obligaciones del vasallo y porque el día es día,
noche la noche, y tiempo el tiempo; sería gastar inútilmente el día, la noche y el tiempo.
Así, pues, como quiera que la brevedad es el alma del talento, y que nada hay más enfadoso
que los rodeos y perífrasis... Seré muy breve. Vuestro noble hijo está loco; y le llamo loco,
porque (si en rigor se examina) ¿qué otra cosa es la locura, sino estar uno enteramente
loco? Pero, dejando esto aparte...
GERTRUDIS.- Al caso, Polonio, al caso y menos artificios.
POLONIO.- Yo os prometo, señora, que no me valgo de artificio alguno. Es cierto que
él está loco. Es cierto que es lástima y es lástima que sea cierto; pero dejemos a un lado esta
pueril antítesis, que no quiero usar de artificios. Convengamos, pues, en que está loco, y
ahora falta descubrir la causa de este efecto, o por mejor decir, la causa de este defecto,
porque este efecto defectuoso, nace de una causa, y así resta considerar lo restante. Yo
tengo una hija... La tengo mientras es mía, que en prueba de su respeto y sumisión... Notad
lo que os digo... Me ha entregado esta carta. Ahora, resumid los hechos y sacaréis la
consecuencia. Al ídolo celestial de mi alma: a la sin par Ofelia... Esta es una alta frase...