Page 97 - Romeo y Julieta
P. 97
ROMBO Y JUl.fül'A
�
le ha e mentir. Fueron más de veinte las espadas que se des del sol. Que el látigo de Faetón, el auriga, os haga galopar
��
�
enva aro para matar a mi sobrino. Pido justicia, Príncipe, hacia el poniente para que llegue pronto la oscura noche
la exiJo. Si Romeo mató a Teobaldo, Romeo debe morir.
y tú, oh noche, extiende tu manto protector. Acaba con la
vigilia de los ojos para que Romeo pueda llegar hasta mis
Príncipe: Romeo le mató, pero Teobaldo mató a Mercucio.
¿Quién pagará la noble sangre de éste? brazos sin ser visto. El amor es ciego y gusta de las sombras
�
Montes o: Romeo no. Romeo era amigo de Mercucio y de la noche, cuya velada claridad basta a los amantes para
lo que hizo fue anticiparse a la ley. Teobaldo habría sido sus citas. ¡Ven, oh noche deseada, dama de negra túnica, y
condenado a muerte. enséñame a perder en el dulce juego del amor una partida ya
ganada! Cubre con tu manto enlutado la sangre irreprimible
Príncipe: En castigo, yo destierro a Romeo. Vuestras almas
que arde en mis mejillas hasta que el inexperto amor, ya
están cegadas por el odio y en vuestras crueles riñas habéis
�
der amado sangr de los míos. Pero yo os impondré un más audaz, acepte el deseo en toda su pureza. ¡Oh noche,
�
castigo que os hara llorar la muerte de mi deudo. Seré inac ven! ¡Ven, Romeo! ¡Tú que eres la luz de esta noche y que
lucirás más blanco que la nieve recién caída en las alas del
cesible a los ruegos y a las explicaciones. Ni los unos ni las
cuervo! ¡Ven, oh dulce noche, amorosa noche de sombrío
otras me harán perdonar lo ocurrido, así es que no perdáis
ceño! ¡Tráeme a mi Romeo! Y cuando él muera, deshaz su
palabras. Que Romeo salga de inmediato al destierro O le
cuerpo en mil estrellitas que adornen tu manto, de modo
ejecutarán si le encuentran. Y ahora, levantad este cadáver
que todos se enamoren de ti y olviden al sol deslumbrador.
Y cumplid mi mandato. Si fuera clemente con el asesino
me haría cómplice de su crimen. Ya he adquirido la mansión de mi amor, pero todavía no
(Salen todos). la habito. La poseo, pero él aún no me posee. ¡Oh, qué
día tan largo! Tan largo como la víspera de una fiesta para
el niño que va a estrenar en ella un traje nuevo. ¡Ah, pero
ESCENA II aquí viene mi nodriza! (Entra la Nodriza con una escala de
Jardín en casa de Capuleto cuerdas). Traerá noticias de Romeo. En cuanto pronuncia
su nombre, se le suelta la lengua. Nodriza, ¿qué noticias
(Entra ]ulieta). traes? ¿ Y esas cuerdas, qué son? ¿Es la escala que Romeo te
pidió que trajeras?
Julieta: Corred, corred, alados corceles hacia la morada
96:
: 97