Page 85 - Romeo y Julieta
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 ..  ············  . . ... .  ...  , ....... ............. ...........  .  RO!JEO Y JULIETA
 Pedro: ¿Qué hay?
        ¿Acaso las noticias son malas? Si las son, dámelas al menos
 Nodriza: Pásame el abanico y guíame.
       alegremente; si son buenas, no las eches a perder con esa
       cara de vinagre.
 ESCENA V  Nodriza: Estoy muy cansada.  Déjame tomar aliento. ¡Ay,

 Jardín de Capuleto  mis pobres huesos! Cuánto he corrido.
       Julieta: ¡Ojalá tú tuvieras mis  huesos y yo tus noticias!
 (Entra  Julieta).   ¡Habla, por Dios, nodriza! ¡habla de una vez, nodriza mía!

 Julieta: Daban las nueve cuando envié a la nodriza. Quedó  Nodriza:¡Señor,  qué prisa! Espera un poco. ¿Qué no me
       ves sin aliento?
 en volver antes de media hora, pero ¿y si no le ha encon­
 trado? � , qué torpe soy: pero si 1a pobre  es coja. Sólo los  Julieta: ¿Cómo sin aliento, cuando te sobra para decirme
       que no lo tienes? Más tardas en disculparte que  en darme
 pensam1enros, que corren más rápido que los rayos del sol
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 ahuye tando la sombra de  los montes,  debieran ser los  el recado que dices no poder dármelo todavía. ¿Me  traes
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 mensaJeros  el amor. Por algo el carro del amor es tirado por  buenas o malas noticias? Contéstame. Dime sí o no y tendré
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 palom s y nene alas el veloz Cupido. El sol está por llegar  paciencia.  ¡Basta! ¿Buenas o malas?
       Nodriza: ¡Qué mala elección has hecho! Habrá que enseñarte
 a 1a mitad de su carrera diaria. Desde las nueve a las doce
 han pasado ya tres horas, ¡y aún no regresa! Si ella tuviera
       a  elegir marido.  ¡No me gusta nada ese  Romeo! Aunque
 �     tenga mejor cara que los demás y mejores piernas ... Y aún
 alma y san  gr juvenil, como una rápida pelota ya le hubiera
       mejores manos, y pies, y sea más gallardo. En verdad, no hay
 lanzado a m1 amado mis palabras, y él ya me  las hubiera
       quien se le compare. No digamos que es la flor de la cortesía,
 devuelto  ... Pero los viejos son como los muertos:  lentos,
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 torpe y pesa os com el plomo. (Entran la Nodriza y Pedro).  pero me parece manso como un cordero. ¡No lo has hecho
 . ¡Gr c1as  � ? 10s! ¡ya viene! Nodriza mía, querida nodriza  ...
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       Julieta: Calla, calla: ya todo eso lo sabía. ¿Pero qué h  del
 ¿que noncias traes? ¿Hablaste con él? Que se vaya Pedro.  tan mal, niña! ¡Que Dios te ayude! Anda, ¿comieron ya?
 Nodriza: Pedro, espera en la puerta.                   ay
       matrimonio? Dímelo, dímelo.
 (Sale Pedro).
       Nodriza: ¡Jesús, qué dolor de cabeza!  ¡Ay,  qué cabeza la
 Julieta: y bien, nodriza querida  . . .   ¡Pero qué triste  estás!  mía! Parece que se me fuera a partir. Y la espalda .. . ¡Cómo
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