Page 88 - Romeo y Julieta
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\\ ILLIAM SHAKLSPEARE
                                                                                                 ACTO  III
                                                .. . . .... ... . . ,  ......... . ............. . . . ....  '
                que tu dulce voz proclame la felicidad soñada que hoy agita
                el alma de los dos.
               Julieta: El verdadero amor es más rico en obras que en
               palabras, más en la esencia que en la forma. Sólo el pobre                            ESCENA  I
               cuenta su dinero. Pero el tesoro de mi amor es tan rico que
               yo no podría contar ni siquiera su mitad.                                            Plaza de vérona
               Fray Lorenzo: Venid conmigo y acabemos pronto.  Con
               vuestro permiso, no os dejaré solos hasta que la santa iglesia   (Entran Benvolio, Mercucio, Paje y Criados).
               os haya dado la bendición nupcial.                               Benvolio: Creo, amigo Mercucio, que deberí�mos volver a
               (Salen).                                                         casa. Hace mucho calor, los Capuleto andan  p or las calles,
                                                                                y como en verano hierve la sangre, si tropezamos con ellos
                                                                                no podremos evitar una pelea.

                                                                                Mercucio: Tú eres uno de esos hombres que cuando en­
                                                                                tran en una taberna ponen la espada sobre la mesa, como
                                                                                diciendo: "¡Ojalá que no te necesite!", y que después de un
                                                                                par de tragos la desenvainan sin que nadie les provoque.

                                                                                Benvolio: ¿Piensas realmente que soy uno de esos?
                                                                                Mercucio: ¡Bien lo sabes! En Italia no hay nadie mejor que
                                                                                tú para armar pelea. Cualquier cosa te irrita; tan pronto te
                                                                                enfureces por haberte irritado como te irritas por haberte
                                                                                enfurecido.
                                                                                Benvolio: ¿ Te parece mal?
                                                                                Mercucio: Si tuviéramos otro como tú, ya no los tendríamos,
                                                                                pues se hubieran matado.  ¡Tú eres ca paz de batirte por un
                                                                                pelo más o un  pelo menos en la barba! Provocarías hasta n
                                                                                quien partiera nueces porque tus ojos son color avellana.

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