Page 84 - Romeo y Julieta
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                                            ..  ············  . . ... .  ...  , ....... ............. ...........  .  RO!JEO Y JULIETA
                  Pedro: ¿Qué hay?
                                                                                  ¿Acaso las noticias son malas? Si las son, dámelas al menos
                  Nodriza: Pásame el abanico y guíame.
                                                                                  alegremente; si son buenas, no las eches a perder con esa
                                                                                  cara de vinagre.
                                     ESCENA V                                     Nodriza: Estoy muy cansada.  Déjame tomar aliento. ¡Ay,

                                    Jardín de Capuleto                            mis pobres huesos! Cuánto he corrido.
                                                                                  Julieta: ¡Ojalá tú tuvieras mis  huesos y yo tus noticias!
                 (Entra  Julieta).                                                ¡Habla, por Dios, nodriza! ¡habla de una vez, nodriza mía!

                 Julieta: Daban las nueve cuando envié a la nodriza. Quedó        Nodriza:¡Señor,  qué prisa! Espera un poco. ¿Qué no me
                                                                                  ves sin aliento?
                 en volver antes de media hora, pero ¿y si no le ha encon­
                 trado? � , qué torpe soy: pero si 1a pobre  es coja. Sólo los    Julieta: ¿Cómo sin aliento, cuando te sobra para decirme
                                                                                  que no lo tienes? Más tardas en disculparte que  en darme
                pensam1enros, que corren más rápido que los rayos del sol
                      �
                ahuye tando la sombra de  los montes,  debieran ser los           el recado que dices no poder dármelo todavía. ¿Me  traes
                           �
                mensaJeros  el amor. Por algo el carro del amor es tirado por     buenas o malas noticias? Contéstame. Dime sí o no y tendré
                      �
                palom s y nene alas el veloz Cupido. El sol está por llegar       paciencia.  ¡Basta! ¿Buenas o malas?
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                a 1a mitad de su carrera diaria. Desde las nueve a las doce
                han pasado ya tres horas, ¡y aún no regresa! Si ella tuviera
                                                                                  a  elegir marido.  ¡No me gusta nada ese  Romeo! Aunque
                           �                                                      tenga mejor cara que los demás y mejores piernas ... Y aún
                alma y san  gr juvenil, como una rápida pelota ya le hubiera
                                                                                  mejores manos, y pies, y sea más gallardo. En verdad, no hay
                lanzado a m1 amado mis palabras, y él ya me  las hubiera
                                                                                  quien se le compare. No digamos que es la flor de la cortesía,
                devuelto  ... Pero los viejos son como los muertos:  lentos,
                           �
                    �
                                  �
               . torpe y pesa os com el plomo. (Entran la Nodriza y Pedro).       pero me parece manso como un cordero. ¡No lo has hecho
               ¡Gr c1as
                       � ?
                  �
                                                                                  tan mal, niña! ¡Que Dios te ayude! Anda, ¿comieron ya?
                           10s! ¡ya viene! Nodriza mía, querida nodriza  ...
                                                                                  Julieta: Calla, calla: ya todo eso lo sabía. ¿Pero qué h  del
               ¿que noncias traes? ¿Hablaste con él? Que se vaya Pedro.
               Nodriza: Pedro, espera en la puerta.                                                                                ay
                                                                                  matrimonio? Dímelo, dímelo.
               (Sale Pedro).
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               Julieta: y bien, nodriza querida  . . .   ¡Pero qué triste  estás!  mía! Parece que se me fuera a partir. Y la espalda .. . ¡Cómo
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