Page 47 - Romeo y Julieta
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Hay en Verona damas nobles más jóvenes que tú que ya Criado: Los invitados ya están aquí, señora. La cena está
son madres. Yo misma lo era cuando tenía tu edad. En dos lista. Os llaman. La señorita hace falta. En la cocina reclaman
palabras, el gallardo París aspira a tu mano. a la nodriza y todos corren. Parto a ayudarles. Os suplico
Nodriza: ¡Vaya un pretendiente, niña mía! ¡Mejor no lo que vengáis en seguida.
hay! Si hasta parece una figura de cera. Sra. de Capuleto: Vamos, Julieta; el conde espera.
Sra. de Capuleto: La primavera de Verona no tiene una Nodriza: Anda, niña. Que podrás tener felices noches tras
flor tan linda. días felices.
Nodriza: ¡Eso es! Una flor, una verdadera flor. (Salen).
Sra. de Capuleto: ¿Qué dices? ¿Crees que podrás amarle?
Esta noche vendrá a nuestra fiesta. Lee en su rostro sus senti ESCENA IV
mientos. Observa qué armónicas son sus facciones. Sus ojos Una calle
servirán de comentarios a lo que pueda haber de oscuro en el
libro de su persona. Un bello libro sobre el amor, un amante
en rústica al que sólo le falta el empaste para ser perfecto. Los (Entran Romeo, Mercucio, Benvolio y enmascarados con an
peces viven en el mar y orgullosamente ocultan su belleza en torchas encendidas).
la de éste. Pero el libro que encierra una leyenda dorada con Romeo: ¿Qué hacemos? ¿Damos una explicación o entramos
broches de oro, muestra a todos su hermosura. Todo lo que sin rodeo alguno?
Paris tenga se añadirá a tus dotes sin disminuirte. Benvolio: Nada de rodeos. No traemos un Cupido con
Nodriza: ¡Disminuirte! Al contrario, te engrosará. Los los ojos vendados y un arco en la mano que pueda asustar
hombres engrosan a las mujeres. a las damas como un espantapájaros. Y no necesitamos
Sra. de C uleto: ¿Qué piensas? ¿Podrás llegar a amar a Paris? improvisar un discurso para anunciar nuestra llegada con
ap
frases inútiles. Ya veremos cómo nos reciben; si no lo hacen
Julieta: Veré de amarle, si es que el ver predispone al amor. bien, nos retiramos.
Pero mis miradas no tendrán más fuerzas de las que le preste
mi obediencia a vosotros. Romeo: Dadme una antorcha. No ando de humor para
fiestas, y como mi ánimo es sombrío yo sostendré la luz.
(Entra un Criado).
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