Page 107 - Romeo y Julieta
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ROMEO Y JUUET,\
 Wlll.lAM SllAK[:SPl.!ARf:   ......... ..........


 vas a perderlo codo; vas a deshonrar tu cuerpo, tu amor y tu   No  driza· ·Santo fraile, me estaría oyéndoos toda la noc�e!
                         b  .1 Señor Romeo, corro a anunciar
                      1
            .  1  .
 inteligencia, todos aquellos tesoros que tienes y que, como   ¡Qué maravilla es e  sa  er.
 un avaro, vas a desaprovechar. Ese noble aspecto tuyo no   a mi señora vuestra llegada.
            . S'  ,  y dile que  se prepare a reñirme.
 es más que  el de  una figura de  cera,  sin la viril voluntad.   Romeo.  1,  si.
                                           · d' '  ue os entre-
 El amor que prometiste es un falso amor que no cumplirá   Nodriza:Tomad este anillo que e  11  a me pi  10 q
 su promesa. Tu entendimiento, que tanto realce daba a tu   gara. y apuraos, que ya anochece. (Salen).
 persona y a tu amor,  está tan confuso como  el del recluta   . ·Oh  , mo renacen mis esperanzas. '
     Fra  Lorenzo: Vete ya y no olvides el pl�n. ?  partes antes
 al que le estalla la pólvora que iba a usar contra el enemigo.   Romeo.  1   ,  co
 ¡Vamos,  Romeo, anímate!  Recuerda que  está viva aquella   la guardia  o sales despues, disfrazado. y ce
                             '
 por quien deseabas morir. ¿Ello no  te consuela? Teobaldo   d  y  que pongan   '1;   •  do te llevará con frecuencia no-
       e
       uedas en Mantua.  iu cna
                                                       d  e
 quiso matarte y le mataste tú. ¿Tampoco ello te consuela?   �  .   ,   d  todo lo que te interese saber. Vamos,  am
 La ley te condenaba a muerte y la sentencia fue de destierro.   t1c1as m1as y  e
 ¿Tampoco te consuela? La bendición del cielo llueve sobre   esa mano. Es carde, adiós.  d  o,
             • s· no me esperara una felicidad que lo supera to
 ti y la suerte  no te abandona. Pero  tú, como  una mujer   R  orneo.  1   Ad',  1
 liviana y caprichosa, te quejas  de tu suerte y de tu amor.   no podría dejarte sin gran dolor. i  ios.
 ¡Señor, qué ingratitud! La desgracia no tarda en llegar a los
 que obran así... Y ahora, vete a ver a tu esposa. Sube a su   ESCENA IV
 aposento, pero déjalo antes de que aparezca la guardia, ya   Sala en casa de Capuleto
 que ésta no te permitiría llegar a Mantua. Allí te quedarás

 hasta que  podamos dar a conocer tu boda, reconciliemos   (Entran  Capuleto, la Sra. de Capuleto y Paris).
                                                       .
                                                  .
 a vuestras  familias y logremos el perdón del Príncipe. Sólo   eto· La reciente desgracia no nos ha  depdo n�mp  o
 entonces podrás volver mucho más alegre de lo mucho que   Capul   .   h"  Tanto ella como yo quenamos
 ahora te  lamentas ... Y tú, nodriza,  vete  ya. Saluda de mi   p  ara hablar con nuestra  lJª·   .   mu  y
           h  rr  baldo  Cierto: codos hemos de mortr. Ya es
 parte  a tu señora y dile  que  trate  de que todos  se recojan   mue  o a ieo   .   e   ,   guro de que
 temprano, lo  que  no  será  difícil tras un día tan penoso.   tarde y ella debe estar recogida. A ie m�a, os ase
 Romeo te  seguirá luego.   si no fuera por vos, yo estaría ya en m1 lecho.




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