Page 68 - Historia de una gaviota y del gato que le enseño a volar - 6° - Septiembre
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—Gato, ¿te has herido? —preguntó el humano al ver unas
manchas de sangre en las solapas de su gabardina.
—No tiene importancia. ¿Adónde vamos? —preguntó Zorbas.
—¿Entiendes al humano? —graznó Afortunada.
—Sí. Y es una buena persona que te ayudará a volar —le aseguró
Zorbas.
—¿Entiendes a la gaviota? —preguntó el humano.
—Dime adónde vamos —insistió Zorbas.
—Ya no vamos, hemos llegado —respondió el humano.
Zorbas asomó la cabeza. Estaban frente a un edificio alto. Alzó la
vista y reconoció la torre de San Miguel iluminada por varios
reflectores. Los haces de luz daban de lleno en su esbelta estructura
forrada de planchas de cobre, que el tiempo, la lluvia y los vientos
habían cubierto de una pátina verde.
—Las puertas están cerradas —maulló Zorbas.
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