Page 23 - Terror en el sexto B - Mayo - 6to Básico
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—Suerte, Federico —le dijeron, y unos pasos que no eran suyos salieron del camerino.
Afuera, se encontró con todas esas cabezas, ordenadas en hilera, que llenaban las
graderías.
—Imagínate que son un sembrado de lechugas —le había aconsejado el entrenador—. No
mires hacia los lados. Concéntrate en la piscina y piensa que estás solo.
Pero él no podía pensar. Nadie puede pensar, delante de tanta gente. Sólo se acordó de
Natalia, que estaba ese día con minifalda, en el equipo de barras.
De un salto, se hundió en el agua tibia. El miedo se quedó en la orilla. Y fue sólo un cuerpo
luchando a brazo partido contra el reloj y la distancia. Nunca lo hizo mejor que ese día. Sacó
fuerzas de cada uno de sus músculos y nadó. Nadó con toda su energía, con toda su rabia,
con toda su esperanza. Con sus quince años a cuestas. Nadó como si en esos instantes se
estuviera jugando el resto de la vida. Pero no fue suficiente.
Quedó de segundo. Medalla de plata. "Subcampeón Nacional de Natación en la Categoría
Júnior". Mejor dicho, perdió. Para qué engañarse. Perdió y había entrenado tanto...
Se encerró en el baño. No dejó que lo vieran llorando. No fue a felicitar al campeón. Él no
era un hipócrita. Escuchó, con envidia, los aplausos ajenos y se sintió más derrotado que