Page 10 - Terror en el sexto B - Mayo - 6to Básico
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oía nada. Silencio absoluto. El estómago se le enredó del todo, en un nudo ciego. El silencio
era síntoma de lo peor y lo peor era previa sorpresa. Y cero seguro para él.
Con toda la valentía que alcanzó a reunir en su cuerpo, Juan Guillermo Mantilla cerró los
ojos, cruzó los dedos, recitó el famoso "Sortilegio para que no haya colegio" y se obligó a
entrar a clase, de un empujón... Abrió la puerta y fue como si hubiera dado un salto al vacío.
Adentro no había clase. No había profesor ni alumnos. Ni tablero, ni pupitres, ni armario, ni
carteleras, ni techo, ni piso, ni paredes. Así como suena: no había clase. Detrás de la puerta,
nada de nada. Cero absoluto, conjunto vacío. Todo un lunes por delante. ¡Todo un lunes,
entero y nuevecito, y no había clase!