Page 9 - Terror en el sexto B - Mayo - 6to Básico
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—Que pasara algo y no pudiera llegar —pensó Juan Guillermo y, por pura casualidad, el
carro dio tres estornudos y quedó varado entre una fila de carros, en plena calle principal, en
plena hora principal.
Mamá se bajó con la piyama asomada debajo del abrigo. Pasó revista a todo el carro, desde
las llantas hasta el motor, haciéndose la que sabía de mecánica pero el carro no se creyó el
cuento y siguió paralizado.
—Pobre mamá —pensó Juan. Se veía tan ridícula con su cara de sueño y su piyama debajo
del abrigo, que él intentó hacer algo. Se acordó del mentalista y le ordenó a las moléculas del
carro que se arreglaran. Por pura casualidad, mamá le dio tres zapatazos a la batería y el carro
estornudó tres veces y quedó perfecto. Pero ya era tardísimo y el tráfico estaba imposible.
—Llegas porque llegas —dijo mamá y siguió su marcha sin decir una palabra más.
Por fin, ¡a las ocho y veinte minutos! llegaron a la puerta de hierro del colegio. Juan se bajó
sin un beso porque mamá seguía iracunda.
—Qué lunes tan lunes —pensó. Y deseó con todas sus fuerzas que ese día no hubiera clase.
Adentro todo estaba en silencio. El corredor, vacío de niños y las puertas de todos los
cursos cerradas. Juan Guillermo avanzó con el terrible nudo en el estómago, tratando de
imaginar una buena disculpa para decirle al profesor.
Por fin llegó a Cuarto "B". A primera hora, matemáticas, le recordó el horario que estaba
pegado afuera, y él no había hecho la tarea, ya sabemos por qué. Juan Guillermo pegó la oreja
a la puerta para tratar de oír en qué iba la clase. El corazón le latía durísimo. De resto, no se