Page 71 - Quique Hache Detective
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Aunque tiene otro novio secreto: Amador Alar­  -Probablemente  lo  liberarán  después
 cón, un librero de la plaza Ñ  uño  a. Para Gertru­  del  partido  y de  la  derrota  del  Ferro  Quilín
 dis ambos pretendientes son  muy distintos,  y   -dijo, muy sentenciosa.
 su hombre perfecto  es  la combinación  de  los   Yo  escuché  atentamente,  pero  no  dije
 dos. Uno representa la fuerza, el otro, la poesía.   nada.  Seguía preocupado por Charo y sin sa­
 No  estaba dispuesto a contarle tan fá­  ber qué hacer.  Desesperada,  la Gertru inten­
 cilmente  todo  lo ocurrido  en  la  estación  de   tó un cruel soborno:  me ofreció ñoquis para
 Santa  Familia;  yo estaba analizando intensa­  el almuerzo si le contaba las últimas noveda­
 mente mi parálisis en el  andén.  ¿Por qué no   des. Acepté.
 hice  nada  para  salvar  a  Charo?  ¿Por  qué  no   Después de comer los ñoquis,  nos fui­
 moví ni un dedo? Y  peor todavía: ¿qué estaría   mos  a  ver  las  telenovelas  para  reposar el  al­
 pensando Charo de mí?  Que era un cobarde,   muerzo.  Cada  dos  minutos,  sin despegar los
 claro.  O peor: que era un traidor.   ojos de la pantalla, sugeríamos en voz alta al­
 Las  cosas  estaban  complicándose,  no   guna hipótesis sobre el caso, pero todas resul­
 sólo Cacho Ramírez era el desaparecido,  aho­  taron  absurdas.  Mirábamos  Árbol torcido,  la
 ra  se  sumaba  el  secuestro  de  Charo.  Ambos   preferida de  Gertrudis. Al protagonista de la
 hechos se relacionaban.  La solución de cual­  telenovela, un hombre pobre, casado con una
 quiera de los dos conduciría a resolver el otro.   mujer de familia adinerada, lo obligan a sepa­
 Esto me lo decía mi instinto detectivesco.   rarse de su mujer y dejar a sus  hijos.  El pro­
 La  Gertru  seguía  preguntándome por   tagonista  es  madurón  y  canoso,  con  acento
 lo que había pasado el día anterior en  Santa   mexicano, que no es nada de extraño porque
 Familia, pero yo no quería contarle. Para con­  la telenovela es mexicana. El hombre llega to­
 vencerme,  dijo  que  ella  también  tenía  una   das las tardes a un parquecito, donde observa,
 pista a través de su comadre de Santa Familia.   a la distancia,  a sus hijos que no le permiten
 Averiguó que en el partido de fútbol del pró­  ver.  El hombre, triste y melancólico, los mira
 ximo  sábado  se  apostaba  mucho  dinero,  lo   desde un árbol torcido, que le da el nombre a
 que aumentaba la sospecha de que el secues­  la  telenovela.  Como  los  galanes  mexicanos
 tro de Cacho era por motivo de dinero.   son  los  hombres  que  le  gustan  a  la  Gertru,



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