Page 75 - Quique Hache Detective
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para no terminar como el tío Jorge,  el inútil,   que usaran  ropa  de color;  por  mí,  deberían
 a quien todos critican  porque  es escritor  de   venir con uniforme.
 terror. Es la frase que supongo uno debe gra­  -No  vengo a ningún curso de nivela­
 barse en la cabeza para no quedarse en la cu­  ción -traté de explicarle.
 neta  de  la  vida.  Por  ejemplo,  yo  mismo   -Un rebelde. Mírelo. Treinta años lle­
 rendiré la Prueba de Aptitud Académica,  es­  vo  aquí  como  inspector  y  ni  un  rebelde ha
 tudiaré una carrera, me casaré, tendré hijos y   podido  conmigo,  ¿sabe  por  qué?  -los  dos
 los llevaré al colegio;  y un día,  durante el al­  quedamos  esperando  la  respuesta,  pero des­
 muerzo,  cuando  estemos  todos  reunidos  en   pués  de  un  rato  prefirió  decir-:  Ahora  suba
 la  mesa,  voy  a  repetir  la  misma  frase:  «La   esa escalera y entre al curso de nivelación que
 educación es futuro». El círculo se volverá a   le  corresponda.  Eso  le  pasa  por  no  estudiar
 repetir. Aunque tal vez sea diferente,  porque   durante el año.
 también  les  contaré  de mis  aventuras  como   -Primera  vez  que  entro  a  este  liceo
 detective privado, claro que ellos no me cree­  -dije desesperado.
 rán ni una palabra.   -Con mayor razón, por inasistencia.
 En la entrada del liceo,  un hombre de   -Pero  ...
 bigote me miró fieramente.  Llevaba un libro   -Nada.  Me  sube  la  escalera  antes  de
 bajo  el  brazo  y  una  corbata  amarilla  que  le   que me enoje. Treinta años aquí, no los voy a
 brillaba en un terno azul.   conocer como son todos ustedes.
 -¿Su nombre? -preguntó, revisando el  Como  me  arrinconó  en  el  pasillo  no
 libro.   tuve  otra opción que  subir  la escalera. En el
 -Venía  a  consultar  sobre  un  alumno  segundo piso se abrió una puerta y un profe­
 -dije  tímidamente.  Todos  los  hombres  con  sor  me  hizo  entrar  a  su  clase.  Mientras  me
 corbatas  y  ternos  formales  mal  combinados  sentaba en un banco,  los demás alumnos me
 me provocaban una intensa timidez.  miraban con caras de interrogación. Yo trata­
 -Llega atrasado  -dijo  el  hombre-.  El  ba  de sonreír  para  no sentirme tan  ridículo.
 curso  de  nivelación  está en el segundo piso,   El profesor disertaba sobre las diferencias en­
 así  que  se  me  apura.  La  directora  permitió   tre las  guerras Médicas  y  las  Púnicas. Como


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