Page 51 - Quique Hache Detective
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nace o no se nace con el don de jugar a la pe­  -Como todos, lo vi por última vez en el
 lota.  ¿Cómo me dijo que se llamaba?   partido contra el Abraham Lincoln F. C. de La
 -Quique Hache, detective.  Granja. Aunque el problema empezó antes.
 -Lo noto  un poco joven para detecti-  -¿El problema?
 ve. Hoy en día los jóvenes son los que dirigen   -Un mes antes vino a tocarme aquí la
 este país, no hay vuelta, y los viejos nos extin­  puerta y me dijo: don Homero, quiero hablar
 guimos poco a poco.   con  usted  algo  importante.  Me  confesó  que
 Hice una pausa para dejarlo protestar.   tenía miedo.
 Cuando pareció calmarse le pregunté:   -¿Miedo de qué?
 -¿Tenía  enemigos  Cacho  Ramírez  en  -Un  arquero  con  miedo  es  fatal  en
 el equipo?   cualquier equipo. Pero otro tipo de miedo era
 -¿Enemigos? Todo el mundo quiere a  el que tenía Cacho.  Había recibido amenazas
 Cachito, si tiene un corazón de gelatina. To­  de muerte por teléfono, debía dejar el puesto
 dos lo aprecian, aunque él sea un poco reser­  del Ferro si quería vivir.
 vado,  pero yo creo que es por timidez.  Hace  -Pero él siguió en el equipo.
 dos años está en el equipo y desde esa fecha el  -Fijo. En ese último partido estaba in-
 Ferro ha mejorado notablemente.   quieto.  Igual se lució y atajó todo lo que lle­
 -¿No  se  le conocían familiares  o ami-  gaba,  pero  sin  que  se  le  borrara  la  cara  de
 gos?     preocupación que llevaba. Estábamos dos ce­
 -Nada de eso se sabe.  Es muy reserva­  ro adelante contra el Lincoln,  faltaban cinco
 do Ramírez, se lo dije. Mi teoría es que lo se­  minutos  y  nada  podía  ocurrir.  En  ese  mo­
 cuestraron los del Deportivo Malloco; saben   mento  escuchamos  dos  disparos  que retum­
 que el arquero es nuestra cábala.  Sin Cacho   baron  en  el  estadio.  Tal  vez  no  fueron
 los nuestros andan como fantasmas,  entran a   disparos, pero sí dos fuertes detonaciones. El
 la  cancha  sin  seguridad,  predispuestos  a  la   primero  en  notarlo  fue  Cacho,  que  se  dejó
 derrota,  y así  un  futbolista  no se puede pre­  caer al suelo  fingiendo  una  lesión.  Lo  lleva­
 sentar.   mos en camilla a los vestuarios.  Ésa fue la úl­
 -¿Cuándo fue la última vez que lo vio?  tima  vez  que  lo  vimos.  Luego  me  avisaron


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