Page 44 - Quique Hache Detective
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Cualesquiera  de  mis  reclamos  ante  la                        -¿Qué te contó?
             Gertru siempre han sido inútiles si se refieren                         -Una vida rara la de Ramírez, te lo di-
             a la comida. Así que me vi en la obligación de                   go. Cuando joven nadie lo conocía, hace tres
             sentarme frente a un plato de cereal con leche,                  años nomás que está en el barrio; de su pasa­
             mientras la Gertru preparaba sus teorías sobre                   do no se sabe mucho. Además de jugar fútbol
             lo que yo le había contado la noche anterior.                    no hacía nada más y eso es  sospechoso,  por­
                    -Creí -le dije para molestarla- que no                    que  dime  tú,  ¿de  dónde  salía  la  plata  para
             querías seguir jugando a los detectives.                         mantenerse, para pagar esa pensión y sus gas­
                    -Quiquito de mi alma -dijo ella-,  no                     tos?  Debía andar en malos pasos,  por  eso  lo
             me malinterpretes.  Con  lo  lento que  está el                  mataron.
             verano,  sin  nada  que hacer,  déjame  entrete­                        -No seas exagerada, Gercru.
             nerme a mí también.                                                     -No exagero. Hay muchas tentaciones
                    -Está bien.                                               en esta vida y mucha gente perversa. Eso se ve
                    -Lo  que  yo  creo  -dijo  la  Gercru- es                 en la cele todos los días. «Pobre Cacho», dijo
             que a Cacho Ramírez lo macaron y lo fueron                       mi comadre,  «debe estar bajo tierra».
             a enterrar por ahí,  y nunca vamos a saber de                           -Bueno,  Gertru,  y si tu comadre  está
             él; ésa es mi teoría.                                            tan segura, ¿por qué no lo denunció?
                     -Perdona,  Gertru, algo fatalista tu teo­                       -Mi  comadre  no  se  quiere  m    e ter  en
             ría. Debe estar escondido. Tal vez le debe pla­                  líos,  además es seguidora del  Ferro  Quilín  y
             ta a alguien.                                                    tampoco quiere que el equipo pierda este sá­
                     Ella movió la cabeza y volvió a sonreír.                 bado.

                     -Momentito,  Quique,  te lo cuento al­                          La  Gertru  hizo un punto  aparte  para
             tiro.  Esta  mañana  llamé  a una comadre  que                   que yo digiriera el cereal y luego dijo:
             tengo en Santa Familia y me contó sobre Ca­                             -Muéstrame la fotografía.
             cho Ramírez.                                                            Volví a hacerla aparecer desde el bolsi­
                     La Gertru tiene comadres en codo San­                    llo de mi camisa. La dejé sobre la mesa, mien­
             tiago, así que no era extraño que existiera una                  tras cuchareaba sin ganas.  La Gertru miró la
             en Santa Familia.                                                foco y dijo:


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