Page 152 - Quique Hache Detective
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en partidos internos de la empresa. Me decía: Gallardo y sus abogados me convencieron pa
«Cuando tenga un equipo, tú me juegas al ar ra que me inculpara. No les costó mucho,
co». Para don Chemo yo era como su hijo, me porque yo había aprendido a querer a don
trataba muy bien, aunque esto provocaba los Chemo como a un verdadero padre y no me
celos de su única hija, Rosaura. Los últimos habría gustado verlo en la cárcel. Don Che
años de vida de don Chemo fueron tristes. Se mo no supo entonces de estos arreglos por
encerraba en la «Granjita», la casa que tenía en que quedó malherido en el accidente.
Santa Familia, y a veces se iba con sus choferes »Fueron largos y malos esos seis meses
en los viajes para distraerse, aunque Rosaura se que pasé en la cárcel. Don Chemo, después de
lo tenía prohibido. No quería que don Chemo recuperarse, supo toda la historia. Me iba a ver
tuviera nada que ver con la empresa. «Usted todas las semanas aunque estaba cada día más
está muy viejo, papá», le decía, sin importarle flaco y avejentado. Se sentía culpable. Un día
que a don Chemo eso le doliera. Finalmente me dijo que había algo muy importante que
pudo comprar el Ferro Quilín, un club de ba yo tenía que saber, que en la próxima visita me
rrio que quería convertir en un equipo profe lo diría, que primero tenía que hablar con Ro
sional. Pero casi no alcanzó a gozarlo. saura y que ella probablemente lo tomaría
»Esa tarde, en diciembre del 94, nos mal. Pero la próxima visita no llegó nunca.
fuimos juntos con don Chemo a Algarrobo. Don Chemo murió esa misma semana.
Yo manejaba un bus que llevaba estudiantes »Cuando salí de la cárcel me fui a pro
hacia la costa por el fin de semana. Todo mar bar al Ferro Quilín. Quedé sorprendido por
chó bien hasta que algunos kilómetros antes que el entrenador, Homero Gavilán, cuando
de llegar, don Chemo decidió conducir el me vio llegar el primer día, me dijo: «Cacho
bus. Como era el jefe y dueño, nadie pudo Ramírez, aquí todos lo conocen, don Chemo
prohibírselo. Por eso Charo me vio durmien dejó instrucciones y sueldo para usted, así
do en los últimos asientos antes del acciden que se me viste que queremos verlo ejecutar
te. No era yo quien manejaba cuando todo algunas voladas». Así entré al Ferro. Hasta
ocurrió. Era don Chemo Gallardo. ahora, pensaba que eso era lo que don Che
»Por problemas con el seguro, la señora mo no había alcanzado a decirme.
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