Page 156 - Quique Hache Detective
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tarde. Una hora antes el estadio estaba lleno.
                                                                               Apostaban a que Cacho Ramírez no aparece­
                                                                               ría. Dirigentes del Deportivo Malloco decla­
                                                                               raron que la desaparición del arquero era un
                                                                               truco  publicitario.  El  entrenador  de  Ferro,
                                   28                                          Homero Gavilán, aseguraba que no eran su­
                                                                               persticiosos en el equipo, pero sin Cacho en
                                                                               la  cancha el  asunto  era distinto.  El camarín

                    E1 estadio de Obras Santas se cons­                        de Ferro, minutos antes, parecía un funeral.
             truyó en 1963, meses después del mundial de                       Sin  la  cábala,  el  destino  del  equipo  se veía
             fútbol.  A la inauguración asistieron los mun­                    oscuro.
             dialistas Honorino Landa,  Leonel Sánchez y                              En  el  palco  de  honor  del  estadio  se
             Carlos Campos.  Como invitado,  Leonel dio                       ubicaron las autoridades municipales, los di­
             el puntapié inicial en el primer partido, en el                  rigentes y la señora Rosaura Gallardo.  El ad­
             que se enfrentaron el equipo local y un com­                     ministrador  del  estadio  debió  mandar  a
             binado de las Fuerzas Armadas. Ganaron las                       construir un sillón especial,  más ancho y re­
             visitas tres por dos. Desde entonces el estadio                  forzado, para que se sentara la señora Gallardo.
             fue el más importante recinto deportivo y ar­                    Cerca de ella, como era costumbre,  la rodea­
             tístico de Santa Familia.                                        ron sus empleados de confianza.
                    Ese sábado de principio del verano,  el                           A las 5  .15 de la tarde nadie notó el ca­
             estadio  esperaba  finalizar  el  campeonato  de                 mión plateado con una franja amarilla estacio­
             tercera  división  enfrentando  al  local  Ferro                 nado cerca de una de las puertas laterales del
             Quilín  contra  Deportivo  Malloco.  El  gana­                   estadio. El vigilante de ese sector llevaba traba­
             dor subiría a segunda división,  a un paso de                    jando en el estadio desde que Leonel Sánchez
             primera, del fútbol de honor,  de los grandes,                   diera la patada de inauguración, treinta años
             de los millones, de las estrellas.                               atrás.  Reconoció enseguida a  Cacho cuando
                    El árbitro, don Marinko Leal, pitearía                    lo vio parado en la puerta,  vistiendo su casa­
             el inicio exactamente a  las  5.30  horas  de la                 quilla negra y guantes.


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