Page 45 - Crónicas de Narnia I - Junio 5to Básico
P. 45

VIII  LO QUE SUCEDIO DESPUES DE LA COMIDA




                  —Cuéntenos ahora, por favor, qué le pasó al señor Tumnus —dijo Lucía.
                        —¡Ah, eso está mal! —dijo el Castor, moviendo la cabeza—. Es un asunto
                  muy, muy malo. No hay duda alguna de que se lo llevó la policía. Lo supe por
                  un pájaro que estuvo presente cuando lo apresaron.
                        —Pero ¿a dónde lo llevaron? —preguntó Lucía.
                        —Bueno, ellos iban rumbo al norte la última vez que los vieron. Todos
                  sabemos lo que eso significa.
                        —Nosotros no —dijo Susana.
                        El Castor movió la cabeza con desaliento.
                        —Temo que lo llevaron a la casa de ella.
                        —Pero ¿qué le harán, señor Castor? —insistió Lucía, con ansiedad.
                        —No se puede saber con certeza. No son muchos los que han regresado
                  después de haber sido llevados allá. Estatuas... Dicen que ese lugar está lleno de
                  estatuas. En el jardín, en las escalinatas, en el salón... Gente que ella ha
                  transformado... (se detuvo y se estremeció), transformado en piedra.
                        —Pero, señor Castor —dijo Lucía—,  nosotros podemos..., mejor dicho,
                  debemos hacer algo para salvarlo. Es demasiado espantoso que todo esto sea
                  por mi culpa.
                        —No me cabe duda de que tú lo salvarías si pudieras, queridita —dijo la
                  señora Castora—. Sin embargo, no hay  ninguna posibilidad de entrar en esa
                  casa contra la voluntad de ella, ni menos de salir con vida.
                        —¿No podríamos planear alguna estratagema? —preguntó Pedro—.
                  Como disfrazarnos o pretender que somos... buhoneros o cualquier cosa..., o
                  vigilar hasta que ella salga... o... ¡Caramba! Tiene que haber una manera. Este
                  Fauno se arriesgó para salvar a mi  hermana. No podemos permitir que se
                  convierta..., que sea..., que hagan eso con él.
                        —Eso no serviría para nada, Hijo de Adán —dijo el Castor—. Tu intento
                  sería muy complicado para todos y no serviría para nada. Pero ahora que Aslan
                  está en movimiento...
                        —¡Oh, sí! Cuéntenos de Aslan —dijeron varias voces al mismo tiempo.
                  Otra vez los invadió ese extraño sentimiento..., como si para ellos hubiera
                  llegado la primavera, como si hubieran recibido muy buenas noticias.
                        —¿Quién es Aslan? —preguntó Susana.
                        —¿Aslan? ¡Cómo! ¿Es que ustedes no lo saben? Es el Rey. Es el Señor de
                  todo el bosque, pero no viene muy a menudo. Jamás en mi tiempo, ni en el
                  tiempo de mi padre. Sin embargo, corre la voz de que ha vuelto. Está en Narnia
   40   41   42   43   44   45   46   47   48   49   50