Page 46 - Alicia en el país de las maravillas
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- Cuando era joven -respondió el viejo, contoneándo­                   Durante unos minutos se produjo un profundo silencio.
               se-                                                                    La oruga fue la primera en hablar.
                                                                                       -lDe qué porte te gustaría ser? -preguntó a la mucha­
               solía mis músculos acostumbrar                                      cha.
               con este ungüento ... Un peso la caja;                                  -Eso no me preocupa mayormente -contestó rápida­
               si lo deseas, te vendo un par.                                      mente Alicia -. Lo único que deseo es no cambiar tan a me­

                -Ya eres viejo -dijo el mancebo- y tus mandíbulas                  nudo, lme comprendes?
                                                                                       -Yo no comprendo nada .:..repuso la oruga.
                están muy débiles para mascar;                                        Alicia prefirió no continuar hablando. Nunca en su vida
                empero, puedes comerte un pato                                     habían rebatido tanto todo lo que ella decía, y se daba cuen­
                y ni su¡_uiera huesos. dejar.                                      ta de que estaba perdiendo la paciencia.
                                                                                       -lEstás contenta ahora? -preguntó la oruga.
                -Cuando era joven -le dijo el padre- acostumbraba                      -Bueno ... , quisiera ser un poco más grande señora, si es
                con mi mujer a disputar,                                           que  usted  no  se  opone.  iEsto  de  medir  menos  de  diez
                y el ejercicio de mis mandíbulas                                   centímetros resulta terriblemente insignificante!
                lo he conservado como si tal                                           - iEs una estatura muy razonable, sin embargo!  -de­
                                                                                   claró la oruga con enojo, levantándose mientras hablaba y
                -Ya eres viejo -dijo le muchacho-. Nadie diría                     mostrando su propia talla.
                que tienes vista excepcional;                                          -Pero yo no estoy acostumbrada a ella ... -dijo Alicia
                y aun puedes hoy, sobre la punta de tus narices,                   con  tono  dolorido.  Luego  reflexionó  para sus adentros:
                una lamprea equilibrar.                                            "iCómo desearía que todas estas criaturas no se ofendieran
                                                                                   con tanta facilidad!"
                - Te he responduio a tres preguntas, y ya es bastante                  -Ya te acostumbrarás ... -insistió la oruga, poniéndose
                -le dijo el padre-, no abuses más.                                 de nuevo la pipa en la boca y echando bocanadas de humo.
                ¿crees que voy a estar así todo el día?                            .  Esta vez Alicia esperó pacientemente hasta que la oruga
                Te echo a patadas si no te vas.                                    consintiese en volver a hablar. Después·de unos minutos, el
                                                                                   gusano quitó la pipa de su boca, bostezó una o dos veces y se
                 -lNo está correcto? -preguntó la oruga.                           sacudió. Luego descendió del hongo y empezó a arrastrarse
                 -No muy correcto, me temo -repuso tímidamente Ali-                por entre el pasto, comentando mientras se alejaba:
             cia -. He dicho algunas palabras cambiadas.                               -Un lado te hará crecer, el otro lado te hará achicarte ...
                 -Está mal del principio al fin -afirmó decididamente el              "lUn lado de qué? lEl otro lado de qué ... ?", se preguntó
             gusano.                                                               Alicia en silencio.

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