Page 29 - Alicia en el país de las maravillas
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-Por  cierto  -repuso muy gravemente  el pájaro ni­  muchacha, observando curiosamente la cola de la rata  -. Pe­
 ño  -. lQué  más tienes en el  bolsillo? -preguntó, dirigiéndo­  ro, lpor qué tiene que ser triste?
 se a la niña.   Estuvo tratando de resolver el enigma, mientra& la rata
 -Nada más que un dedal -repuso Alicia tristemente.  empezaba a hablar. La historia de la cola era algo así:
 -Pasa el dedal -gritó el pájaro niño.
 Todos rodearon de nuevo a la muchacha, mientras que  "Un perro enorme, dijo
 el pájaro niño hacía entrega solemne del dedal, diciéndole:   a un ratón que anda-
 -Te rogamos que aceptes este elegante dedal...  ba por su mansión:
 Una vez terminado este discurso, todos gritaron y vito­  -Vamos a vér al
 rearon.                              señor juez, que te
                                         juzgue de una vez.
 Alicia encontraba  el  asunto  muy  absurdo,  pero  ellos   No hay excusa que
 tenían un aspecto tan serio que no se atrevió a reírse. Como   te valga: La sentencia
 no se le ocurrió nada que decir, se limitó a hacer una reve­  que te salga yo mis-
 rencia y a coger el dedal, aparentando el aire más solemne   mo la he de ejecu-
 que pudo.          tar, porque hoy no
                 tengo otra cosa en
 En seguida había que comerse los bombones, cosa que   qué pensar-. Dijo la
 causó cierto ruido y confusión, porque los animales grandes   rata a su enemigo:
 decían que no podían saborear el suyo, miéntras que los chi­  -Este juicio sin
 cos se atoraban y era necesario golpearles la espalda. Sin em­  testigo y sin juez
 bargo, el asunto se terminó finalmente y todos se sentaron de   no ha de daros
                                 honra y prez, y se­
 nuevo en un círculo y rogaron a la rata CJ."!,e les relatara algo   rá, proba.blemente,
 más.   ·  ,.            perder el tiem-
 -Usted me prometió contarme--s.u historia, lrecuerda?  po inútilmente.
 -dijo Alicia  -, y cuál es la razón que la hace odiar a los g  ... y  -Yo seré juez
                                      y testigo -di-
 a los p  ... (Estas últimas palabras la·s pronunció muy bajo y  jo, ladrando,  el
                                     enemigo-. Yo
 usando nada más que las iniciales, por miedo de ofender de  seguiré todo el
 nuevo al animal.)             proces, por-
 -iEs una larga y triste historia! -repuso la rata, vol­  que mucho
                               me divierte
 viéndose a Alicia y suspirando-. Se trata de la historia de   condenar
 una cola que se arrastra por la vida.   ratitasa
 -La tiene usted muy larga, ciertamente -contestó la  muer­
                                       te."

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