Page 39 - El vampiro vegetariano
P. 39
Sin decir palabra, el señor Oliva miró al niño —Bueno, no es para tanto. Una picadura en la
con la cara desencajada por el terror y volvió t muñeca no significa nada -dijo Lucía-. Además,
meterse corriendo en su casa. los vampiros muerden en el cuello.
Tomás por su parte, estaba tan asustado —¿No te acuerdas de Tom Cruise en Entrevista
que no podía reaccionar. Como un autómata, con el vampiro? A veces chupan de la muñeca. Y te
fue a comprar «I periódico y volvió a casa, digo que el señor Oliva estaba más pálido que el
—Ahora sí que estás un poco pálido, cariño -le propio señor Lucarda, y cuando le he dicho lo de
dijo su madre-, ¿Te encuentras bien? que debería dormir con la ventana cerrada, se ha
—De momento, sí -fue la enigmática res- puesto como loco.
puesta. -¿Y qué?
Una vez en su habitación, arrancó una hoja de —¿Cómo que y qué? La gente que es atacada
m cuaderno escolar y escribió unas líneas. Luego por un vampiro en la cama se cree que es un
la dobló cuidadosamente, se la metió en el sueño, y a la mañana siguiente se olvida. Pero al
bolsillo, salió al balcón y llamó a Lucía. La niña *e decirle yo lo de la ventana se ha vuelto a acordar,
asomó enseguida, muy sonriente. y por eso le ha entrado el canguelo.
—Hola -lo saludó-, ¿Has visto qué buen día —Bueno, aunque fuera verdad, deberías ale-
hace? Por fin ha salido el sol. grarte -bromeó Lucía-, siempre has detestado al
—Baja a la portería -dijo él muy serio, sin ni señor Oliva.
siquiera devolver el saludo-. Es una cuestión de —Pues si ya es un palo aguantarle tal como es
vida o muerte. ahora, imagínate si encima se convierte en
Cuando ella bajó, cinco minutos después, vampiro -replicó Tomás.
Tomás ya estaba esperándola junto a le» bu- —¿Y ese papel? -preguntó la niña señalando
zones. Atropelladamente y en voz muy baja, la hoja doblada que él tenía en la mano.
como si alguien pudiera oírles, el niño le contó •u —Es una carta para Camila. Hay que ad
encuentro oon el casero.