Page 109 - El Superzorro
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 calidad  de  su  producto!  ¡Compren,   ponde a mí escoger las piezas!

 señores, compren!   A regañadientes, los zorritos y
 En efecto,  junto a las cuatro   el  tejón  se retiraron. A  todos  se les

 paredes de la habitación se amonto­  caía la baba viendo a su padre hus­
 naban  los  más  hermosos  patos,  los   mear los jamones, sobando los patos,
 más  suculentos  gansos,  a  punto  de   sopesando los gansos. ¡Qué hambre!

 ser llevados al mercado. De las vigas   -¡No hay que perder la cabe­
 del  techo colgaban  filas  y  más  filas   za, muchachos!  -dijo el zorro, vol­
 de tiernos jamones, de deliciosos to­  viéndose hacia ellos-. No hay  que

 cinos.     dejar ninguna pista,  ninguna señal,
 -¡Coman,  coman  con  los   ni la más pequeña huella o migaja ...
 ojos! -les decía el zorro. Y sonrien­  Porque si los granjeros se enteran de

 do añadía-:  ¿ Qué les parece la des­  que hemos estado aquí,  todo se ha­
 pensa de nuestro amigo Buñuelo?   brá acabado ... Así es que vamos por
 A  los  zorritos  les  parecía   parte...  Lo  primero  en  mi  lista  de

 demasiado bien. De pronto,  se lan­  compras  son  unos  patos.  ¿Qué  les
 zaron,  junto  con  el  hambriento   parecen  estos  cuatro  hermosos  ani­
 tejón, a la caza del delicioso botín.   males? -dijo el zorro bajándolos de

 -¡Alto!  ¡Alto  ahí!  -ordenó   su  percha-...  Tejón,  ven  aquí  y
 imperiosamente  don  Zorro-.  ¡De­  échame una mano ... eso es ... ustedes,
 bo recordarles que soy yo el que da la   niños,  ayúdenle  a  él. ..  muy  bien ...

 fiesta y que por lo tanto me corres-  tóquenlos  y  verán  lo  hermosos  que
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