Page 21 - ¡Ay, cuánto me quiero!
P. 21

esa niña, por eso se me ocurrió la   Después  del  postre  llevé  a

 siguiente receta:  mi  amigo  imaginario  recién  in­
 i^acji^ano  t+\o.  ventado  a  jugar  conmigo  a  mi

 Cor^o  eí\  /^icle  doí  f^etroí   pieza.  Me  senté  en  el suelo y es­

 ole  alto,  eí  corado  co*  eL  pelo
          peré a que hiciera algo divertido,
 alarido,  tie*e  bigote,  e;  Aaco
          pero  no  pasó  nada.  Quizás  él
 y   se   puede   e* rol la/   para
          quería  entretenerse  con  mis  ju­
 fardarlo.
          guetes,  pero lamentablemente yo
 Edad-.  tie*e  de*  a*o;,  pero
          justo  los  estaba ocupando  todos.
 (e ve  jove*,  pero  r^ayor  <^e  el

 arvejo  ¡/■'«alario  de  eía  *i*a.  Qué  mala  suerte.  Además,  aun­

          que  no  los  estuviera  usando  en

          ese  momento,  no  se  los  podría

          prestar porque me los regalaron a

          mí y entonces son míos. No quie­
          ro ser un niño malagradecido.


                 Cuando  me aburrí de jugar
          dentro  de  mi  casa,  saqué  a  mi


          amigo  imaginario  al  jardín.  Lo
          puse al arco y le tiré un penal. Yo



                                  25
   16   17   18   19   20   21   22   23   24   25   26