Page 33 - Autobiografia de mi Madre v.2
P. 33
parte de mi naturaleza yo las adoraba con un fervor le en absoluto sl yo estaba viva o muerta, intentó ocu
casi devotü Sus mano3 estaban frfas i y cuando me tocó . parse eUa misma de mj muerte. l\fo regaló un collar
con ellas me hizo dafio. Nunca Hegarfamos a querer hecho de bayas secas, madera pulimentada, piedras y
nos. En ella anidaba una desesperación cuyas raíces conchas marinas. Era precioso, demasiado bonlro para
estaban en un deseo frustrado durante mucho tiempo: una niña, pero cuak¡uicr niña ) una niña de verdad ) se
aún no había podido darle a mi padre ningún hijo, Me habría sentido deslumbrada por su belleza, se habría
tenfa miedo; tenía miedo de que por mi culpa mi pa dejado seducir y se lo habría puesto de inmediato aire•
dre pensara en mi madre más que en ella. Aquella dedo.r del cuello. Yo no era una niña de verdad. Me
primera mañana me dio algo de comer y estaba mo deshice en agradecimientos. Le dí las grncias otra vez.
do, mohoso; co1no si hubiera estado conservándolo No me llevé el collar a mi pequeña habitación. No
expresamente para que me causara repugnancia. Des quise ni tenerlo cerca durante mucho tiempo. Le bus
pués de eso ya nunca más volví a comer lo que ella me qué un sitio en la siempre exuberante arboleda que había
daba; aprendí a prepararme mi propia comida, Jo que en la parte trasera de la casa. Ella no lo sabía todavía;
se convirtió en un rasgo característico por el que todo cuando finalmente Jo descubrió ) envió a vivir allí algo
el mundo me conocería: era una niña que se preparaba que yo no podía ver y que me hizo huir despavorida.
su propia comida. Fue en ague! lugar secreto en el que había dejado el
Algunas partes de mi vida, ciertos incidentes de mi coliar hasta que me sintiera capaz de decidir qué hacer
vida de entonces, cuando los recuerdo ahora, parecen con él. Ella me miraba el cuello y notaba que no lo
haber sucedido en un lugar muy pequeño y oscuro, un llevaba puesto, pero nunca volvió a mencionar el co�
lugar del tamai\o de una casa de muñecas, y la casa de 1lat. Ni una sola vez. Nunca me animó a ponérmelo en
muñecas está en el fondo de un agujero, y yo estoy absoluto. Tenía un perro que se llevaba al campo con
arriba> por encima del agujero, atisbando el interior de ella; el perro era un regalo de mí padre, para proteger
esa diminuta casa, íntentando descubrir exactamente la del daño que le pudieran hacer los seres humanos de
qué es Jo que pasó allá abajo. Y a veces, cuando obser carne y hueso, un peligro que en este caso sí podía
vo esa imagen? ciertas cosas no están en el mismo sício verse, se trataba de que de alguna manera se sintiera a
que la última vez que miré: son distintas las cosas que salvo. Un día le puse el collar al perro alrededor del
se: encuentran sumidas en las sombras en cada mo� cuello > ocultándolo entre los pelos; en veinticuatro ho�
mento, distintas las cosas que están ilumlnadas. ras se volvió rabioso y murió, SJ ella encontró el collar
alrededor de su cue.!10 nunca me lo menclonó, Des
La esposa de mi padre deseaba verme muerta, al prln, pués de eso se qúedó embarazada y dio a luz al primero
ciplo de una forma que le habría permitido hacer una de sus dos hijos ) con lo que empezó a prestarme me
gran exhibición del profundo dolor que sentía por mi nos atención; pero no por ello dejó de desear mi muerte.
muerte: un accidente, un designio de Dios. Pero luego, La escuela a cuyas dases asistía se encontraba en el
cuando empezó a pasar el tiempo sin que ocurriera síguiente poblado, a unos ocho kilómetros de distan
ningún accidente y sin que a Dios pareciera preocupar- cia, que recorría en compafüa de otros niños, la mayoría
32 33