Page 111 - Autobiografia de mi Madre v.2
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en realidad sabia de él. J�j me llamaba a mí madmzoirclle;   Capítulo IV
 podría  haberme llamado  miss, pero  Je  gustaba  pro­
 nunciar aguella palabra, y lo hacía de forma pomposa.
 Fue  entonces  cuando  mi  padre  lo  arregló  rodo para
 que fuera a vivir con su  amigo en Roseau  y trabajara   ¿Qué es lo que hace que el mundo gire?
 para él; su amigo era el médico que había cuidado de   ¿Qulén podría buscar una respuesta a esa pregunta?
 mi hermana cuando se convirtió en una inválida y ya­  Es  una  pregunta  especialmente preciada para un
 cía en su cama de hospital.   hombre orgulloso del tono pálido del color de su píe!,
    especialmente apreciada porgue no responde a ningu­
    na aspiración gue haya logrado realizar, a nada que le
    haya costado ningún esfuerzo en absolut0; sencillamente
    nació así, fue bendecido y elegido para ser como es, y
    eso le propordon.a un lugar privilegiado en fa jerarquía
    de todas las cosas. Ese hombre se aposenta en un otero,
    no pcnnanece a ras de tierra y sabe con  una certeza
                             ►
    férrea que todo lo gue abarca con la vista -prados fér­
    tiles�  vastas  Hanuras,  altas  monrañas  con  tesoros
    enterrados, mares rurhuientos, océanos en calma-, ab­
    solutamente rodo� tiene que pertenecer1e a éL Qué es lo
   gue hace que el mundo gire es uná pregunta que plantea
    cuando todo lo que abarca con la vista está bien seguro
   en su  poder, cuando se ha apoderado de  todo con tal
    seguridad que de vez en cuando puede incluso dejar de
   vigilarlo,  puede denunciarlo, puede reclamar que se lo
   han usurpado, puede maldecir el momento en que füe
   concebido y el  día en que nació, puede irse a dormir
   cuando llega la noche sabiendo que al despertar todo lo
   que abarca con la vista sigue estando bien seguro en su
   poder; y pncde :'olver a preguntar: ¿Qué es lo que hace
   que el mundo gire?, y entonces obtendrá una respuesta,
   se podrfan llenar volúmenes enteros con efla; hay mu�
   chísimas respuestas, todas distintas, y hay muchíslmos
   hombres, todos iguales.
      ¿ Y gué pregunto yo? ¿Cuál es la pregunta que yo pue­
   do plantear? Yo no poseo nada, yo no soy un hombre.


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