Page 23 - La Casa de Bernarda Alba
P. 23
LA CASA DE BERNARDA ALBA
BERNARDA: Dales las gracias y échales una copa de aguardiente.
MucHACHA: (A Magdalena). Magdalena ...
BERNARDA: (A Magdalena que inicia el llanto). Chiss. (Salen todas).
( A las que se han ido). ¡ Andar a vuestras casas a criticar todo lo
que habéis visto! ¡Ojalá tardéis muchos años en pasar el arco de
mi puerta!
LA PoNCIA: No tendrás queja ninguna. Ha venido todo el pueblo.
BERNARDA: Sí; para llenar mi casa con el sudor de sus refajos y el
veneno de sus lenguas.
AMELIA: ¡Madre, no hable usted así!
BERNARDA: Es así como se tiene que hablar en este maldito pue
blo sin río, pueblo de pozos, donde siempre se bebe el agua con el
miedo de que esté envenenada.
LA PoNCIA: ¡Cómo han puesto la solería! 1
BERNARDA: Igual que si hubiese pasado por ella una manada de
cabras. (La Poncia limpia el suelo). Niña, dame el abanico.
ADELA: Tome usted. (Le da un abanico redondo con fiares rojas y
verdes).
BERNARDA: ( Arrojando el abanico al suelo). ¿ Es este el abanico que
se da a una viuda? Dame uno negro y aprende a respetar el luto
de tu padre.
1 Solería: revestimiento del piso.
23