Page 21 - La Casa de Bernarda Alba
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LA CASA DE BERNARDA ALBA
LA PoNCIA: Sí, Bernarda. (Sale con una gran bandeja llena de jarritas
blancas que distribuye).
BERNARDA: Dale a los hombres.
LA PoNCIA: Ya están tomando en el patio.
BERNARDA: Que salgan por donde han entrado. No quiero que
pasen por aquí.
MUCHACHA: (A Angustias). Pepe el Romano estaba con los hom
bres del duelo.
ANGUSTIAS: Allí estaba.
BERNARDA: Estaba su madre. Ella ha visto a su madre. A Pepe no
lo ha visto ella ni yo.
MUCHACHA: Me pareció ...
BERNARDA: Quien sí estaba era el viudo de Darajalí. Muy cerca
de tu tía. A ese lo vimos todas.
ª
MUJER 2 : (Aparte, en voz baja). ¡Mala, más que mala!
MUJER 3 : (Lo mismo). ¡Lengua de cuchillo!
ª
BERNARDA: Las mujeres en la iglesia no deben de mirar más hom
bres que al oficiante y ese porque tiene faldas. Volver la cabeza es
buscar el calor de la pana.
ª
MUJER I : (En voz baja). ¡Vieja lagarta recocida!
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