Page 132 - La Casa de Bernarda Alba
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FEDERICO GARCÍA LORCA


         YERMA: Son tres contra mí.

         MARíA: ¿Qué piensan?

         YERMA: Figuraciones. De gente que no tiene la conciencia tranquila.
         Creen que me puede gustar otro hombre y no saben que, aunque
         me gustara, lo primero de mi casta es la honradez. Son piedras de­
         lante de mí. Pero ellos no saben que yo, si quiero, puedo ser agua
         de arroyo que las lleve.

               Una Hermana entra y sale llevando un pan.

         MARÍA: De todas maneras, creo que tu marido te sigue queriendo.

         YERMA: Mi marido me da pan y casa.


         MARíA: ¡Qué trabajos estás pasando, qué trabajos, pero acuérdate
         de las llagas de Nuestro Señor!
         (Están en la puerta).

         YERMA: (Mirando al niño). Ya ha despertado.

         MARÍA: Dentro de poco empezará a cantar.

         YERMA: Los mismos ojos que tú, ¿lo sabías? ¿Los has visto? (Llo­
         rando). ¡Tiene los mismos ojos que tú! (Yerma empuja suavemente
         a María y esta sale silenciosa. Yerma se dirige a la puerta por donde
         entró su marido)  .

                     ª
         MUCHACHA 2 :  ¡Chisss!

         YERMA:  (Volviéndose). ¿Qué?

                     ª
         MUCHACHA 2 : Esperé a que saliera. Mi madre te está aguardando.
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